Viernes, 22 de Noviembre 2024
Suplementos | Afección es caracterizada por el crecimiento de la glándula tiroides

Resaltan importancia de detección temprana del bocio

El bocio es una afección que no atendida puede inclusive causar la muerte de la persona por asfixia

Por: NTX

Es importante prestar atención a cualquier abultamiento en el cuello para detectar el bocio. ESPECIAL /

Es importante prestar atención a cualquier abultamiento en el cuello para detectar el bocio. ESPECIAL /

GUADALAJARA, JALISCO (01/DIC/2013).- El experto Miguel Escalante Pulido dijo que caracterizado por el crecimiento de la glándula tiroides, la cual se ubica en la zona del cuello, frente a la tráquea, el bocio es una afección que no atendida puede inclusive causar la muerte de la persona por asfixia.

El jefe del Departamento de Endocrinología en el Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social ( IMSS) en Jalisco agregó que de ser una glándula de apenas 20 gramos de peso, la tiroides puede cuadruplicar su tamaño.

"Entre más grande, mayor el riesgo de presentar obstrucciones en arterias y redes nerviosas que pasan por el cuello, sin omitir la compresión de la tráquea con desenlace fatal", apuntó.

Comentó que el bocio puede ser simple cuando el crecimiento de la glándula es discreto y no hay modificaciones en su funcionamiento, pero existen casos en que la glándula no sólo se abulta, sino que produce hormonas tiroideas en exceso (hipertiroidismo) o la producción disminuye (hipotiroidismo), con síntomas que varían en función de una u otra.

Explicó que en el hipertiroidismo, la persona presenta aumento en la frecuencia cardiaca, alteraciones en la presión arterial e incluso en los músculos.

Añadió que con el hipotiroidismo, los síntomas se traducen en metabolismo lento, sobre todo en los lípidos con mal manejo del colesterol, de manera principal, "en sí el problema del bocio radica en si produce o no hormonas".

Señaló que existe el bocio multimodal, "en el cual, aparecen varios nódulos que, en caso de tener un crecimiento rápido, obstruyen redes arteriovenosas y nerviosas que pasan por cuello y cabeza, acarrean como una de las consecuencias más evidentes, cambios en la voz que la gente identifica como 'ronquera' y también puede haber dificultad en la deglusión, en el paso del aire y mareos".

Expresó que hay bocios muy grandes y malignos, que aunque son de muy baja frecuencia, pueden alcanzar dimensiones tales que los hacen inoperables, porque además adquieren mucha dureza y obstaculizan la tráquea, que causa la muerte de la persona.

Precisó que en general, el bocio es una afección benigna y tratable en un porcentaje muy alto: "la gran mayoría de los bocios son simples, es decir, un crecimiento de la glándula tiroides sin mayor problema casi en 90% de los casos".

"Sin embargo, lo importante es estudiar la alteración para determinar si junto al aumento de volumen hay también un inadecuado funcionamiento de la glándula, porque de esto dependerá el tipo de tratamiento", detalló.

Indicó que el tratamiento, sea hiper o hipotiroidismo, se administra de por vida, y existen casos en que con sólo este abordaje farmacológico, la glándula recupera su dimensión normal, sin embargo, hay pacientes en los cuales la cirugía se hace necesaria debido al gran tamaño de la tiroides y el potencial problema obstructivo que pueda generar.

Subrayó que al ser el abultamiento en la zona del cuello, "el dato más evidente del bocio, es el paciente, quien hasta en 90% de los casos hace el diagnóstico, y lo importante es acudir con prontitud al médico para la evaluación del caso y la determinación de su benignidad o malignidad".

Manifestó que al ser un problema en el que la herencia juega un papel importante en su desarrollo, "hablar de prevención del bocio no es del todo contundente, aunque la adecuada ingesta de yodo aminora el riesgo en su aparición".

"La recomendación más importante es el consumo adecuado de yodo, que generalmente se obtiene con la sal yodatada, pero también es fundamental una exploración física, sobre todo si hay antecedentes familiares en primer grado de problemas tiroideos, lo cual siempre debe mencionársele al médico, porque hay un fondo genético en muchos de los problemas de funcionamiento hormonal como éste".

Destacó que el bocio es mucho más frecuente en mujeres, suele aparecer durante la pubertad, disminuye en la adultez temprana para dispararse a partir de los 40 a 45 años, cuando inicia el climaterio y la menopausia.

Resaltó en la importancia de prestar atención a cualquier abultamiento en el cuello por pequeño que sea, "la patología tiroidea es la segunda causa de consulta en endocrinología y hasta 80% de la atención en tiroides, se relaciona con bocio".

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