GUADALAJARA, JALISCO (18/MAR/2017).- Lo que Ginebra nos dejó en materia automotriz, va más por la velocidad y la potencia de grandes automotores, que desafortunadamente no muchos serán vistos por estos lares. No obstante, los galos de Renault se atrevieron a darle un giro deportivo a uno de sus eléctricos. Se trata del Zoe, que recibió un tratamiento atractivo, y hasta un giro de tuerca.Los vehículos de motorización eléctrica, por lo menos en diseño, suelen ser muy llamativos por su peculiar trazo. Esta premisa se cumple en este compacto, que adopta formas interesantes. De entrada, la frontal tiene un diminuto cofre, con una parte inferior que se va ensanchando, hasta dar lugar a una deportiva fascia delantera; la parrilla es más bien una delgada franja, que incorpora en el centro al rombo de la armadora, y a los extremos alberga unos pequeños faros alargados, con motivos de iluminación LED. Los flancos son amplios, con ciertos aires de musculatura, sobre todo hacia los extremos, done también se dibujan un par de entradas de aire traseras, todo acentuado por rines negros de 20 pulgadas. La parte posterior exhibe un generoso alerón deportivo, con una luneta ahumada; una protuberante portezuela; calaveras con armazón y un toque aerodinámico en la defensa trasera, todo enmarcado en un tono azul especial para esta edición.El interior tiene un concepto futurista, pero implementa elementos típicos de los coches de carrera de lujo. Se cuenta con asientos tipo cubo, con costuras aparentes al mismo color de la carrocería y revestidos en Alcantara. Los paneles laterales y tablero integran plásticos suaves y patrones de iluminación en tono azul. Volante de doble fondo plano, y poca botonería, clausuran el interesante conjunto presente en la cabina.En materia mecánica existen varios aspectos a considerar. El primero de ellos, es la motorización, que va hasta los 462 caballos de fuerza, gracias a la implementación de dos propulsores eléctricos. Esto dista mucho del Zoe común, que ofrece una potencia cercana a los 92 caballos.Otra novedad es la reducción de peso, que logra con la edificación de un chasis tubular a base de kevlar y paneles de fibra de carbono. Estas incorporaciones lo dejan con un peso total de mil 460 kilogramos, hecho que ayuda a lograr la aceleración de 0-100 km/h en 3.2 segundos, según las métricas de la armadora francesa.La tracción puede ser total, mandada al eje trasero o repartida según las necesidades de conducción. Dicho hecho permitiría que la velocidad total (210 km/h), sea alcanzada en tan sólo 10 segundos.Este conjunto de elementos puede ser el preludio de como serían los deportivos eléctricos a futuro. Evidentemente, por ahora, solo se trata de un concepto, pero no se descarta que se edifiquen algunas unidades, para hacerlas competir en algún circuito de carreras.