GUADALAJARA, JALISCO (15/AGO/2016).- Los reclutadores en el área de recursos humanos suelen analizar dos tipos de habilidades en los aspirantes a un puesto: las “hard skills” y las “soft skills”. Las llamadas "hard skills" (habilidades duras) se centran en la capacitación directamente relacionada con la disciplina que se estudia y con los métodos para afrontar el trabajo.Por otro lado, las "soft skills" (habilidades blandas) se refieren a esas cualidades más allá de la experiencia en un área del conocimiento: se trata de las características que permiten a una persona trabajar en equipo, entre otras cosas. Igualmente, varias de las habilidades blandas se acercan a la administración, como el liderazgo.Durante muchos años, la educación se centró sólo en algunas de las habilidades duras, lo que generó por mucho tiempo un contraste entre la realidad del mundo laboral y las expectativas. Independientemente del talento de los egresados, el énfasis estaba en la preparación para afrontar situaciones reales.Muchas universidades han implantado modalidades de educación distintas, según las necesidades de estudio. Las modalidades presencial, semiescolarizada y en línea se adaptan a las necesidades de tiempo de los estudiantes. Por ejemplo, la presencial enfocada en jóvenes recién egresados de la preparatoria, con libertad de tiempo; la ejecutiva, con un horario más flexible y a sabiendas de que quienes lo cursan son mayores de 24 años, ya insertos en el mundo laboral y con más experiencia. La tercera modalidad, en línea, implica mayores responsabilidades y cualidades, como lo son la capacidad de autoaprendizaje guiado, con absoluta flexibilidad de tiempo.Una universidad como la Universidad Tecnológica de México (Unitec) emplea estas diferenciaciones también con distinciones dentro del programa, para resaltar la enseñanza de las “hard skills” y “soft skills” según los perfiles de quienes cursan los planes de estudio, a sabiendas de que cada distinta modalidad cuenta con sus propios perfiles y necesidades.De igual manera, en la formación profesional se debe mantener un equilibrio en estas enseñanzas, pues la resolución de conflictos o solucionar los problemas imprevistos implican al mismo tiempo ambos tipos de habilidades.Otra característica de las “hard skills” frente a las “soft skills” es que las primeras se pueden evaluar de manera sencilla al utilizar exámenes, además de ser perfectibles con la práctica. Las segundas resultan más complejas, pues incluyen la capacidad de adaptación y la actitud frente al trabajo, ya sea en equipo, bajo presión o con otros requerimientos. De allí la importancia de estar bien preparado y haber adquirido las habilidades blandas durante la universidad.Un método de aprendizaje en el que se ponen en juego todas estas habilidades es el de utilizar casos prácticos, con docentes que exponen los detalles de cada problemática y la manera en que se solucionó.Más información en: www.unitec.mx
