Recomiendan revisar tanques de gas para evitar fugas

CIUDAD DE MÉXICO (05/JUL/2016).- El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) recomendó revisar cilindros y tanques estacionarios de gas licuado de petróleo (LP), a fin de evitar fugas y, con ello, incendios.
 
El organismo de la Secretaría de Gobernación (Segob) sugirió que ambos tipos de contenedores estén en lugares ventilados y libres de obstáculos.
 
En caso de ser un cilindro, se debe asegurar que tenga cuello protector, cinta plástica de seguridad, llave de seguridad para cerrarla, identificación y razón social de la empresa envasadora, etiqueta de seguridad y que no esté abollado.
 
Si se trata de un tanque estacionario es necesario que cuente con una válvula de seguridad, indicador de nivel de llenado, llave de paso y etiqueta de seguridad.
 
El Cenapred indicó que para evitar incidentes, cada cinco años se deben cambiar las válvulas, y la instalación debe hacerla un profesional certificado y calificado.
 
El gas LP es un material incoloro e inoloro, al cual se le agrega una sustancia llamada etil mercaptano para que sea percibido por el olfato y así detectar si hay una fuga; pero para comprobarla se debe aplicar agua y jabón en las tuberías y llaves de los tanques.
 
En caso del escape de gas de un contenedor, los especialistas sugieren no encender cerillos, cigarros o fuentes que generen chispas, abrir las puertas y ventanas para ventilar el lugar, no prender o apagar la luz o cualquier aparató eléctrico y, si es seguro, cerrar la llave de paso del tanque o cilindro.
 
Si hay un incendio, expuso el Cenapred, es necesario mantener la calma, alejarse del lugar, no subir a la azotea o saltar al vacío, esperar a que los bomberos lleguen para ser rescatado, y no regresar a la zona siniestrada si las autoridades no lo indican.
 
El gas licuado de petróleo (LP) es utilizado en los hogares, industrias y en algunos casos en vehículos; es uno de los hidrocarburos más limpios y la combustión que genera es completa.
 
Parte de sus características es que es un derivado del petróleo compuesto de gases propano y butano, y para facilitar su manejo se convierte en líquido a través de compresión y enfriamiento.
 
Sin embargo, se debe tener cuidado con este combustible, pues su inhalación continua causa daños a la salud, desde dolor de cabeza, naúseas y vómito, hasta la muerte.
 
Por ello, para evitar dichos daños o incidentes, la norma NOM 011/1-SEDG-1999 establece que las gaseras deben asegurarse de que los tanques estén en buenas condiciones antes de ser llenados e inutilizar los que presenten abolladuras o grietas.