Viernes, 29 de Noviembre 2024
Suplementos | ¿Qué no entendemos que esas montañas son indispensables para el bienestar de la ciudad?

Quemando a la Primavera

¿Qué no entendemos que esas montañas son indispensables para lograr el buen vivir de cada día al que estamos acostumbrados?

Por: EL INFORMADOR

El Bosque de la Primavera, afectado. EL INFORMADOR / G. Gallo

El Bosque de la Primavera, afectado. EL INFORMADOR / G. Gallo

GUADALAJARA, JALISCO (14/MAY/2017).- Ahora sí que estamos locos. Tenemos la suerte de tener un bosque casi en medio de la Ciudad de Guadalajara; mismo que nos da agua, nos da oxígeno, nos controla el agradable clima que tenemos, y hasta pudiera darnos la energía eléctrica con la que ‘sin maltratarlo’ encenderíamos a bajísimo costo casi la totalidad del alumbrado público de la ciudad (por poner un ejemplo). Y sin embargo, como si salvajes fuéramos, nos dedicamos a quemarlo, a destruirlo, a politizarlo, a hacer construcciones que le dañan, y lo peor de todo: ¡no hacer nada! Dejar hacer, dejar pasar, parece ser el consenso. Bien sabemos que una casa, cuando está abandonada es cuando más se destruye. Nuestro bosque se está destruyendo.

¿Qué no entendemos que esas montañas son indispensables para lograr el buen vivir de cada día al que estamos acostumbrados? ¿Qué no comprendemos que la joya que tenemos en nuestras manos la estamos destruyendo -como dementes que fuéramos- con acciones con las que se beneficiarán unos cuantos irresponsables y egoístas trogloditas que tan solo obtendrán unos pocos de centavos que se les podrirán entre las manos? Recordemos que la vida es solo un breve parpadeo del que nada nos llevaremos. ¿Dejaremos para nuestros hijos y nietos, desechos, ruinas, desolación, paisajes inhóspitos, edificios abandonados (nos constan), climas extremos y escasez de agua? Estamos quemando nuestro bienestar actual, para cambiarlo por un panorama agresivo, irremediable y desolador…

Hace varios años hicimos propuestas para la planeación del bosque, que -quizás entonces- fueron demasiado avanzadas e incomprensibles para las autoridades de esos tiempos. Veremos ahora.

En uno de ellos se proponía que los terrenos del bosque -con los que actualmente según las leyes no se puede, ni se debe, hacer nada con ellos- fueran “ofrecidos” a compañías internacionales moralmente endeudadas ecológicamente con el planeta (petroleras, mineras, aerolíneas, etc.) para que a precios razonables -negociados con propietarios y gobierno- comprometidos legalmente, se harían responsables de su cuidado, protección y mantenimiento; con la cláusula de que “jamás se podía cambiar el uso del suelo, ni se podría hacer construcción alguna” con el consecuente derecho de las compañías a publicitar mundialmente su labor ecológica, bonos de carbono, ventajas financieras, de impuestos, etc.

Esto pudiera provocar: por una parte, la forzosa delimitación de los terrenos y ‘propiedades’ (actualmente en estado caótico); y por otra, el hecho que dichos ‘propietarios’ puedan al fin obtener una compensación económica por esas tierras que -según decreto de 1980- legalmente carecen de valor comercial alguno. Estamos conscientes que esto no es nada fácil de lograr. Pero quizás pueda ser un hilo conductor a una solución de los conflictos legales que se vienen padeciendo desde tiempo inmemorial.

Otra propuesta fue el asunto de la Geotermia desgraciadamente tan politizado. Eso es tan sencillo, como que los famosos pozos, que costaron cantidades ingentes de dinero, y de los que políticamente se han servido ciertos personajes… para que ¡con todo cuidado y vigilancia! se vuelva a echar a andar el proyecto, y empiecen a producir la energía barata de la que ya hemos hablado, además… con la jugosa “renta” que le sería cobrada a la CFE, se cubrirían ampliamente los gastos de mantenimiento y cuidado de todo el parque (caminos, guardabosques, proyectos, tecnología, vigilancia, etc.) Los profundos estudios que han sido realizados con técnicas de punta, y más que al día -que algunas gentes no quieren ver- demuestran que tanto ecológicamente, como económica y financieramente (cuatro años para recuperación de la inversión), pueden ser la panacea, tanto para el bosque como para la ciudad.

En cuanto a la planeación total del bosque; en esos tiempos propusimos -consta en actas- hacer un proyecto total en donde, considerando las diferentes capacidades del bosque y las necesidades de los usuarios, se hiciera una planeación adecuada cerrando el acceso de los automóviles, que serán estacionados en cuatro grandes espacios ubicados en los accesos principales: Mariano Otero, La Primavera, Tala, y Mazatepec en donde, además de haber las instalaciones necesarias (estacionamientos, zonas arboladas, tienditas, restaurantes, refacciones, vigilancia etc.) serían los lugares a donde llegarían los autobuses deportivos internos llamados “guaguas”, que llevarían a los excursionistas con todo lo que necesiten (bicicletas, casas de campaña, comida, etc.) a los lugares asignados, para realizar las actividades deseadas; regresando al mismo punto en horarios estipulados. Los costos de mantenimiento lógicamente bajarían; y el ordenamiento y cuidado del bosque mejoraría con el hecho de hacer el uso adecuado de cada espacio según su entorno, su flora y su fauna.    

Habrá que reecordar que lo que ha dado valor y prestigio a la ciudad de Nueva York, es el enorme parque que está en el centro de la ciudad. En breve La Primavera estará rodeada por Guadalajara. Imaginen el beneficio -en todos sentidos- que será el tener ese enorme bosque bien cuidado, dentro de nuestra ciudad.

De nosotros cuelga -como de un hilito- el futuro de la Primavera: está en nuestras manos y actitudes.

N.B. Vaya un abrazo para nuestro colega y amigo Vicente García Remus en su caminar, ahora por “Veredas” celestiales. Te extrañaremos amigo…


Pedro Fernández Somellera

pedrofernandezsomellera@prodigy.net.mx

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