Punta Juluapan

GUADALAJARA, JALISCO (15/MAY/2016).- La punta Oeste de la Bahía Santiago, se le denominó como a su laguna aledaña, “Juluapan”. Hermosa punta, que alcanza poco más de los 200 metros de altura, tapizada por diversos árboles y arbustos, y delimitada por altos acantilados, de más de 50 metros de altura, paredes que contrastan con garbo la cubierta de preciosos follajes. La misma punta, en su lado este, comprende la Bahía Cenicero. El significado geográfico de punta es: “Lengua de tierra, generalmente baja, pequeña y de poca extensión, que penetra en el mar”.

Una de las tardes de nuestra agradable estancia en Santiago, Manzanillo, la disfrutamos en Punta Juluapan. Nos encaminamos rumbo a Miramar y poco antes de El Naranjo nos desviamos a la izquierda por el camino a Vida del Mar. A corta distancia encontramos una bifurcación, derecho conducía a Vida del Mar y a la izquierda a Palma Real, el cual seguimos. Luego llegamos a otro entronque, donde viramos a la derecha, con dirección a El Risco, de empinada subida y poco antes del sitio, viramos a la izquierda por un camino de tierra, que fue ascendiendo y serpenteando entre abundante vegetación.

Edward W. Nelson citó al respecto: “La parte más baja de la zona costera, que se eleva solamente de 10 a 50 pies por encima de la marea y que cubre la mayor parte de la región aquí descrita, está cubierta por una pequeña pero densa vegetación compuesta de árboles, arbustos y enredaderas. En algunos sitios, sin embargo, se encuentra una vegetación más encumbrada de árboles, donde la magnífica higuera silvestre se eleva a 75 pies de alto o más y extiende la envergadura horizontal de sus grandes ramas sobre un área de 50 yardas o más de diámetro. El fruto de este árbol, un pequeño higo insípido, es alimento favorito de una variedad de animales; loros, arrendajos y otros pájaros frecuentan sus cimas… Alrededor de la punta de la bahía de Manzanillo, y por lo tanto al sureste, a lo largo de la playa de la laguna, se encuentran numerosas zonas cubiertas con la palma de aceite… Los árboles crecen en tierras bajas, usualmente de carácter salino, y tan sólo a unos cuantos pies sobre el nivel del mar. Forman unas arboledas con frecuencia tan densas, que a mediodía apenas una suave lucecita crepuscular logra filtrarse bajo sus frondas colgantes… Los mezquites, las acacias y una gran variedad de arbustos espinosos y enredaderas cubren la mayor parte de la zona… Unos cuantos de los cactus de grandes hojas ovaladas crecen en esta región y muchos de los grandes candelabros”. Cabe referir que el árbol manzanilla, dio nombre al puerto, florece en abril y para junio, brotan bolas de la dimensión de una manzana.   

La brecha llegó a un sitio alto de la punta, dimos unos pasos a la finca del doctor, una torre nueva de departamentos abandonada, subimos unos pisos hasta la terraza del departamento más alto y fuimos maravillados por su insólita vista: al oeste, el sol despidiéndose, detrás de la Punta el Carrizal, dejándose ver gran parte de la Bahía Cenicero, luego las edificaciones de Vida del Mar y al fondo el Cerro Vaca, enseguida, la Laguna Juluapan, desembocando en la Bahía Santiago, después el Club Santiago, Miramar y el Cerro Toro, a lo lejos, Punta Santiago. A través de un ventanal de una recámara, apreciamos una parte de la Punta Juluapan, en dirección noreste, cubierta por preciosas copas de árboles, que subían a la cima, un tanto ovalada. El follaje cerrado, espeso, ningún plan o construcción, abundantes frondas.

Al despedirse el sol con un espectacular crepúsculo, dimos nuestra última contemplación al hermoso paisaje y fuimos a Palma Real y en su restaurante “La Boquita”, conformada por una palapa, con morillos de guayabillo y palmas reales, saboreamos camarones tamango y dorado hojaldre, mientras unas luces de la Bahía Santiago tintineaban y unos tejones paseaban por el jardín vecino.