Presa de la Vega: belleza y tradición para disfrutar

GUADALAJARA, JALISCO (08/JUN/2014).- Son contados los sitios donde se combinan la conveniencia y utilidad social con su aprovechamiento y atractivo de carácter turístico; y en este sentido, Jalisco es una Entidad privilegiada al ofrecer para sus habitantes y visitantes la oportunidad, muy cerca de la Zona Metropolitana de Guadalajara, de admirar y disfrutar de la presa de la Vega —también nombrada, en ocasiones, como Laguna de Teuchitlán—, lugar cuyo paisaje natural fue intervenido por obra del ser humano y que, por si fuera poco, brinda oportunidades de todo tipo para el esparcimiento y la diversión.

La presa de la Vega se encuentra en el municipio de Teuchitlán, Jalisco, al Oeste de la Perla Tapatía, justo en lo que se conoce como la Región Valles; este vaso lacustre artificial cuenta con una superficie de mil 950 hectáreas totales y, por eso, es el cuerpo de agua de mayor extensión de la región, además de tratarse de un humedal de notable importancia socioeconómica puesto que se trata del punto de captación y distribución del vital líquido para los usuarios de riego del Distrito de Ameca, lo mismo que una fuente de trabajo esencial para los sectores pesquero y turístico.

Sitio para la diversidad

Esta presa fue construida con fines de riego y control de avenidas entre 1952 y 1956 (aunque se encuentra en uso desde 1954); la capacidad total del vaso lacustre es de 44 millones de metros cúbicos (Mm3), de acuerdo con los datos que sobre el embalse ofrece la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). Su importancia para la pesca radica en que en el manto acuífero abundan especies comestibles como la mojarra y la tilapia.

En términos hidrográficos, la presa pertenece a la cuenca del Pacífico y forma parte de un sistema de gran relevancia hídrica, ya que los ríos Salado y Teuchitlán desembocan en ella para después dar origen al Río Ameca, el cual se considera como el segundo río en importancia biológica para Jalisco.

Otro detalle significativo es que la presa alberga una gran diversidad de especies de flora y fauna, algunas de las cuales se encuentran en diversas categorías de riesgo; así, cuenta con 25 especies de peces y se han contabilizado en su ecosistema 12 especies de anfibios (algunos en “protección especial” y otros bajo amenaza de desaparecer). Asimismo, se han registrado 28 especies de reptiles y, en cuanto a las aves, 149 especies, de las cuales 35 son acuáticas; a esto se suman 57 especies de mamíferos, entre los que se hallan algunos característicos: más de una especie de murciélago y la reconocible nutria de río.

Actividades en agua y tierra

Por otra parte, en los alrededores de la zona de la presa donde se localiza la cortina, el espacio se torna agradable, pues en él se encuentran algunas zonas arboladas que son utilizadas por los visitantes para pasar un día de campo en convivencia con familiares o amigos; con todo, aunque los caminos de acceso están en buenas condiciones, los señalamientos siguen siendo insuficientes.

Lo anterior respalda la fama de la presa de la Vega como un lugar de paseo en el que pueden aprovecharse sus atributos de belleza natural para la práctica también de la pesca recreativa y deportiva, a lo que se añaden buen número de deportes acuáticos y paseos en kayak.

Pero no toda la diversión está en el agua. Las riberas son aprovechadas para el campismo y el ecoturismo que incluye recorridos a pie y paseo a caballo; de igual forma, todo esto ha favorecido que se impulse la construcción de vivienda e infraestructura turística —como cabañas para una estadía prolongada— y, como consecuencia, una franja de establecimientos de comida (que, en su mayor parte, ofrecen platillos preparados con productos de la pesca que se realiza en la presa).

Estado y acceso

Aunque sigue creciendo en su infraestructura, con la idea de explotar al máximo sus atributos como polo turístico regional y estatal en un futuro, la presa de la Vega ya es parte de una la joven tradición para quienes buscan salir de la zona metropolitana y dar un paseo agradable sin alejarse mucho de Guadalajara.

El acelerado desarrollo de la ciudad, y también de la zona, han puesto en el ojo del huracán el cuidado del agua, por lo que en los últimos años se ha enfatizado la necesidad de mantener un equilibrio ecológico en la zona.

Con tal riqueza biológica, no es raro que en febrero de 2010 le fuera otorgado a la presa, por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), un certificado “Sitio Ramsar” como humedal mexicano de importancia internacional, una categoría que obliga a la conservación de sus cualidades naturales como sustento de la actividad humana ribereña.

Una zona de ensueño

La ubicación de la presa puede considerarse en términos turísticos como privilegiada; no sólo se sitúa muy cerca de lo que ahora se conocer como la Ruta del Tequila y del Paisaje Agavero sino que, además, por estar en el municipio de Teuchitlán, se halla a escasos kilómetros de la Zona Arqueológica Guachimontones.

Para acceder a la zona de la cortina, puede hacerse a través de la carretera 70 Guadalajara—Ameca; ahora, por la desviación a Ahualulco de Mercado y Teuchitlán, se puede llegar a la zona norte, donde se ubica el corredor de restaurantes.

TOMA NOTA

Paraíso del Lago
 
Proyecto eco turístico hotelero y habitacional, es un recinto para los viajeros que visiten Teuchitlán y la rivera de la Presa de la Vega; se encuentra a orillas del lago, a 30 minutos del periférico de Guadalajara y a 10 kilómetros de la zona arqueológica de Guachimontones. En sus instalaciones  se ofrece a los huéspedes (en diferentes promociones) desayunos, alberca y una cabalgata de 30 o 60 minutos, depende si se va en pareja o grupos de cuatro o más (en Carretera Guadalajara—Ameca, kilómetro 25, poblado Pacana; reservaciones de lunes a viernes, de 10:00 a 20:00 horas, al teléfono 0133 3288 6617)

Como en casa

Para comer, en la zona, destaca la oferta del Restaurante Presa de la Vega, que ofrece una amplia gama de mariscos y parrilladas, entre sus especialidades destaca El Soky, el Montecarlo y la Cazuela Grill (en Av. Las Fuentes, a la orilla de la presa, a 5 minutos del centro de Teuchitlán).