Por las aguas del Danubio

GUADALAJARA, JALISCO (26/ABR/2015).- Conocer más de 10 países en un sólo viaje es posible. Tan solo hay que dejarse llevar por los senderos que hay a las orillas del Río Danubio y navegar (o caminar) al ritmo de las corrientes que emprenden un extenso recorrido por sus aguas, esas que tocan desde Alemania hasta Austria, Hungría, Croacia, Rumania, Bulgaria, Ucrania y Eslovaquia, entre otras naciones, que encuentran en esta gigantesca corriente la oportunidad de presumir sus más misteriosos encantos turísticos y ecológicos.

El Danubio es el segundo río con mayor longitud en Europa, después del Volga, gracias a los más de dos mil 888 kilómetros que lo integran, por lo que embarcarse en este paisaje costero es una de las mejores oportunidades para conocer un poco de la esencia del Viejo Continente.

Aunque pareciera una locura el correr por completo el Río Danubio, lo cierto es que existen diversos medios de transporte y traslados turísticos que te garantizan una experiencia única en su tipo, y la posibilidad, sobre todo, de conocer un bagaje multicultural a través de diversos idiomas, tradicionales, gastronomía y entretenimiento.

Con historia

Lo recomendable es que antes de organizar el viaje y decidir por qué país iniciarse en el Danubio, hay que conocer a fondo las diversas modalidades de traslado que cada país pone a tu disposición para tu estancia, pues existen desde cruceros y pequeñas embarcaciones que te llevan cómodamente a cada uno de los puertos distribuidos a lo largo del río, así como recorridos en tren y bicicleta que en caravana exploran los camellones y malecones de las ciudades y poblados de mayor relevancia en este paisaje acuático.

De acuerdo con Joseph Mercier, de la web www.dondeviajar.es, el Río Danubio tiene diferentes títulos y nombres dependiendo del país que atravieza.

Por ejemplo, es llamado simplemente como “Donau” en Alemania, mientras en Eslovaquia es ubicado como “Dunaj”, “Duna” en Hungría, “Dunãrea” en Rumanía, “Dunai” en República Checa y “Dunav” en Bosnia, Serbia y Bulgaria, por ejemplo, tomando como base el vocablo celta, “Danu”, que remite al significado de “volar”.

“Este río ha sido protagonista de hechos milenarios relacionados con la historia natural, ecológica, política, económica y cultural. En la antigüedad, el Danubio ya cumplía un papel fundamental y sirvió para el desarrollo de culturas como la Vucedol y la Vinka”, explica el cronista al detallar que la fama que este río también ha adquirido se debe al popular vals que Johann Strauss compuso en el año 1867 y que nombró como “Danubio Azul”.

¿Dónde iniciar?

Sabiendo que el Río Danubio comprende 10 países básicos, otras naciones vecinas también alcanzan a rozar sus cristalinas aguas como lo son Polonia, Suiza, Italia, República Checa, Bosnia, Eslovenia y Herzegovina, por ejemplo, por lo que seguramente es complicado decidir por cuál ciudad dar iniciar al recorrido.

Por ejemplo, en Alemania —en el nacimiento de Danubio— el río comienza en la llamada Selva Negra, justo al Noroeste del Lago Constanza. La opción de emprender el viaje en bicicleta es tan solo una de las múltiples posibilidades para ir nutriendo al itinerario.

Aquí tendrás oportunidad de conocer las bellas extensiones que conforman al Dabunio como lo son los ríos Breg y Brigach, que cuentan con confortables plazoletas y bancas que brindan una panorámica cristalina y verdosa de las corrientes líquidas, hasta atravesar localidades como el poblado de Ulm, Ingolstadt y Regensburg, por ejemplo.

Conforme se avanza desde la Selva Negra alemana, el Río Danubio desemboca hasta el llamado Mar Negro localizado en Rumanía, y justo es en este tramo donde se conforma el también conocido como el delta del Danubio, una peculiar zona de pantanos y marismas de gran valor y protección ecológica que sirven como escenario de exploración para los viajeros que desean estar en contacto con la Naturaleza en su más puro esplendor.

¡A pedalear!

De acuerdo a las experiencias publicadas por la web www.diariodelviajero.com, una de las formas más comunes de recorrer el Río Danubio es en bicicleta sobre los casi mil kilómetros adaptados y libres para que el visitante ponga a prueba sus resistencia física y de paso se deleite con el panorama de la Europa del Este.

Este camino ciclista inicia justamente en Donaueschingen, al Sur de Alemania trazando un recorrido hasta Budapest en Hungría, otorgando la posibilidad de que el paseante conozca en este traslado parte de Austria y Eslovaquia.

Para intentar recorrer este trayecto ciclista se recomienda que el visitante al menos dedique cinco días a esta actividad. Aunque puede parecer una experiencia complicada por el esfuerzo físico que implica pedalear, lo cierto es que los anfitriones cercanos al Río Danubio despliegan una serie de servicios de calidad para que el turista tenga a su disposición diversos hoteles para alojarse por las noches y disfrutar de un baño caliente y alimentos en los llamados “zimmers” o “gästhof”, que son una especie de casas u hostales rurales que desde 18 euros abren las puertas a los visitantes.

SABER MÁS

El descanso

Hay varias opciones para pernoctar en la zona, una de ellas es dentro del mismo Centro Ecoturístico Cadena de Cascadas, en Tzimol.