Para “La Generala”

Hoy ya preparo las plegarias en honor a la guardiana de la ciudad y sus moradores, mejor conocida como la Virgen de Zapopan, la cosa está tan dura que sólo un milagro podría salvarnos de una verdadera crisis, pero hay que tener fe, dice mi madre, que es muy sabia.

Voy a ir a la Romería para ser solidario con la causa general, voy en busca de un milagro para mi ciudad y los conciudadanos, no me importa someterme a la multitud, lo he de conseguir y entre tanto alboroto, les comparto mi oración:
“Santísima Virgen de Zapopan, Pacificadora en las guerras, te pido que nos resguardes de cuanto ladrón pose sus ojos en nuestras pertenencias, también de los policías corruptos, de las mafias de secuestradores y narcosatánicos que azotan a los paisanos, porque sólo tú sabes como se está poniendo nuestra vida con tanta inseguridad.
Protege el alma de los funcionarios públicos, y en caso de que cometan algún acto lícito para favorecer sus bolsillos y enriquecer sus causas políticas, se apiaden de los que pagamos tantos impuestos no deducibles.
Te pido por los que han perdido la fe en la humanidad, para que los hagas reconsiderar y comprometerse con las causas.

Señora tú tan piadosa y tan viajera, ten en tu santa gloria a las víctimas de la inseguridad, dales consuelo a sus familiares y aconséjales para que denuncien a los criminales que a veces resultan ser sus vecinos.

Pido por la casa máxima de estudios de la ciudad, la UdeG, para que siga reinando la comunicación entre sus líderes y que con ello, los maestros puedan continuar su labor formadora.

Protege con tu manto y con tu corazón a todos los habitantes de nuestra ciudad, a los empresarios para que sigan generando empleos aún con la amenaza de crisis que enfrentamos debido a la negligencia de los gobernantes del país vecino, y ya que andamos por allá, cuida a los ‘paisas’ para que no los pesque la policía y puedan seguir enviando dinerito a sus familiares.

Madre zapopana, en especial te pido por todos los que en el Hospital Civil esperan ser transplantados y que por cuestiones políticas tendrán que esperar, dales paciencia para enfrentar la incertidumbre; a los que ya han sido operados dales el milagro de no requerir mayores tratamientos para que comiencen su nueva vida”.

Jukas pearsall