Palizada Campeche tiene belleza al natural

GUADALAJARA, JALISCO (28/ABR/2013).- En Campeche existe un sitio donde la tradición y la tranquilidad son las características principales para hacer de la visita una experiencia única y más que familiar. Se trata de Palizada, un Pueblo mágico donde la historia, la gastronomía y la arquitectura auguran un viaje relajante y 100% divertido.

Palizada es de esos lugares donde la aventura y el misterio se respiran desde el primer momento en que se pisa su cálida tierra, misma que desde hace siglos se hizo de una peculiar fama por su madera tintorera -también conocida como palo de Campeche, palo de Brasil o palo de tinte- con la que sus callejuelas empedradas se bañan de halos tornasoles en cada atardecer.

Y es precisamente este ambiente el que gobierna en esta localidad de Campeche durante todo el año. Es un punto ribereño que se construye de casas bajas que destacan por sus techos de teja francesa. Además de su espíritu rústico, Palizada fue escenario de grandes tumultos piratas, siendo el río que lleva el nombre mismo del pueblo, el punto perfecto para las embarcaciones que enviaban la cotizada madera rumbo a Europa.

Así transcurren las tardes en Palizada, de manera pacífica y relajante, donde además, la oferta gastronómica es otra de las cartas fuertes no sólo de la comunidad, sino de la región costera en su conjunto, donde las especialidades en mariscos son los protagonistas al momento de reunirse en la mesa, en la que los pescados sarandeados, los cocteles y las parrilladas son manjares infaltables.

Paso a paso

Al llegar a Palizada, saltan a la vista las artesanías; destacan las de Francisco Ynurreta , quien ha ganado popularidad gracias a su creatividad transformada en peces, lagartos, figurines humanos y cualquier cosa que el visitante le solicite.

Pero es el Río Palizada el que brinda ese toque bohemio y relajante a este Pueblo mágico, pues en su malecón la vida cultural y artística florece desde los primeros rayos del Sol. Para muestra, la ya clásica casa blanca de estilo francés conocida popularmente como Casa del Río, mientras que en los alrededores destacan dos esculturas llamativas que forman parte de la atracción turística como el Monumento a la Madre (frente a Palacio Municipal), así como una réplica de la Estatua de la Libertad de Nueva York.

A escasos metros se encuentra el mercado municipal, punto de reunión por excelencia para los paliceños (gentilicio del lugar), donde a temprana hora el barullo del pueblo cobra color entre los mercaderes de comida, artesanía y música regional. Siguiendo la ruta del Centro Histórico, Palizada se torna en escenario totalmente verde con el Parque Benito Juárez, ubicado en la plaza principal del pueblo que marca un camino adoquinado hasta la colorada fachada de la Parroquia de San Joaquín. En esta zona, el peatón disfruta de cada centímetro de la calle, puesto que el primer cuadro del pueblo está cerrado a la circulación vial.

Para conocer el Río Palizada, lo ideal es emprender el recorrido al amanecer o pasado el mediodía, pues aunque el clima es amigable, es preferible evitar el momento más caluroso de la jornada turística. Durante el trayecto la flora y fauna acaparan la mirada de los viajantes entre las aves caracoleras, conocidas como águilas pescadoras, patos de monte y aves chocolateras, entre otras especies que pueden identificarse gracias a los guías que explican los elementos de este natural paisaje.

Folclor en movimiento

Si de eventos artísticos se trata, Palizada tiene escenarios dignos de admiración, como el Teatro Radamés Novelo Zavala, donde en agosto, los festivales culturales inician temporadas de expresiones escénicas como la danza regional, obras teatrales y presentaciones musicales clásicas, que recuerdan los sonidos del pasado construido por populares personalidades como Ambrosio Gil Casanova, Manuel Sarao Lira y Manuel Zavala Sánchez, compositores y virtuosos músicos que marcaron un estilo personal en este pueblo mágico.

No muy lejos de se encuentra la Iglesia de San Joaquín, inmueble que destaca por una arquitectura con más de 200 años de antigüedad, siendo así el más importante de la Palizada gracias también a las verbenas populares, en ella se venera al santo patrono de la localidad, el Señor de San Joaquín.

Otro punto de interés, donde el paisaje es verde y fresco, es el Parque de Convivencia Infantil, ubicado en la comunidad del Cuyo, ni mandado a hacer para que cada tarde las familias convivan en un amplio espacio adecuado para la recreación y el ejercicio físico, un sitio en el que además se encontrará una decoración  con detalles olmecas y mayas, con lo que el visitante se aproxima igual a la cultura.