CIUDAD DE MÉXICO (10/ENE/2017).- Investigadores del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver, en Baltimore, Estados Unidos, realizaron un estudio para determinar la relación que existe entre la obesidad de ambos padres, con el desarrollo mental infantil.De acuerdo con la publicación Pediatrics, de dicho país, la investigación, en la que participaron más de cinco mil madres, arrojó que los hijos de aquellas con índice de masa corporal superior a 30 presentaron una mayor dificultad para realizar movimientos motores finos.Dicho análisis, que consideró a niños de entre cuatro meses y tres años de edad, detalló que la capacidad de los infantes para controlar músculos de manos y dedos fue menor en comparación de los hijos de las madres con un peso normal.También se incluyeron datos paternos, a diferencia de otras investigaciones que sólo contemplaban a las madres.De esta manera, reveló que los hijos de padres con obesidad demostraron una menor capacidad para relacionarse con el entorno.La autora del estudio, Edwina Yeung, refirió que sólo consideraban el peso de las madres antes, durante y después del embarazo, sin embargo, al tomar en cuenta el peso de los padres se determinó que éste puede influir en el desarrollo de los niños.Además, se observó que cuando ambos progenitores tenían problemas de obesidad, los pequeños mostraban una mayor dificultad para la resolución de problemas.Sin embargo, afirmó que los científicos aún desconocen los mecanismos que producen estas alteraciones en el desarrollo mental infantil, aunque detalló que de acuerdo con algunos estudios en animales, la obesidad durante el embarazo puede inducir una respuesta inflamatoria que afectaría al cerebro del feto.En ese sentido, expuso que la acumulación de ácidos grasos y un aumento del volumen de los adipocitos provocarían la activación de las células del sistema inmunitario, aunado a que podrían secretar citocinas proinflamatorias que aumentarían su concentración en el flujo sanguíneo de la madre y el bebé.Añadió que "se dispone de poca información sobre los efectos del peso paterno. Pero los investigadores creen que la obesidad puede provocar modificaciones epigenéticas en los espermatozoides que repercutirían en el feto".Apuntó que si estudios posteriores confirman la relación entre el peso de los progenitores y el desarrollo mental de los hijos, este factor se debería incluir durante la evaluación de las habilidades y capacidades de los niños.