Miércoles, 04 de Diciembre 2024
Suplementos | El segundo patio nos condujo a la Sala Hierros Forjados, con elaboradas piezas

Museo zacatecano

El segundo patio nos condujo a la Sala Hierros Forjados, con elaboradas piezas: espuelas, frenos, estribos, cerraduras, llaves, escuadras y otras, donadas por Rafael Tovar

Por: EL INFORMADOR

Un recinto majestuoso. EL INFORMADOR / V. García

Un recinto majestuoso. EL INFORMADOR / V. García

GUADALAJARA, JALISCO (05/FEB/2017).- La antigua Casa de Moneda arropa con donaire al fantástico Museo Zacatecano. “Este edificio se empezó a construir en 1799, y a partir del 4 de noviembre de 1810 funcionó como casa de moneda. En 1835 paso a ser propiedad gubernamental. Desde 1842 se arrendó durante 14 años a una compañía inglesa”. Para el 31 de mayo de 1905 se suspendieron las labores de la Casa de Moneda, puesto que ese año la Reforma Monetaria daba exclusividad a la Casa de Moneda de México.

En plata pura se acuñaron denominaciones de medio, uno, dos y ocho reales, con el escudo de armas de España y al reverso, el Cerro la Bufa y las siglas LVO, “Labor Vincit Omnia”, “El trabajo todo lo vence”. Frase que se incluyó en el escudo de armas de Zacatecas, otorgado en 1588. La ceca era Zs. Se acuñaron los preciosos pesos de balanza. Posteriormente la finca funcionó como vivienda, luego como oficinas de Hacienda y de un partido político. Para 1995, una parte del inmueble se adaptó para museo, debido a la inquietud de Federico Sescosse Lejeune, abriendo el 11 de septiembre. Para 2010 se cambió a la parte principal del edificio (donde estaba Hacienda), ocupando mayor espacio, reinaugurándose el 7 de septiembre.

De la Fototeca Valtierra, fuimos a la finca aledaña, de cautivadora fachada de canteras rosas, la puerta ligeramente arqueada, enmarcada por medias columnas dóricas, arriba de la cornisa, un balcón, también enmarcado por columnas y por remate un frontón truncado con el escudo de armas del Estado y almenas a los lados. A los costados de la puerta, dos ventanas verticales, arqueadas y con forja, en el segundo nivel corresponden balcones. Un letrero nos anunció: “MUSEO ZACATECANO 1995”. El zaguán nos llevó a un bonito patio, comprendido a sus cuatro lados por columnas redondas, capiteles dóricos y arcos en medio punto, arcadas que se repiten en el segundo piso. Pasamos a la Sala Historia, que nos mostró imágenes de las zonas arqueológicas de Zacatecas: Chicomostoc, Chalchihuites, Cruz de la Boca y El Teúl. Y una representación de una tumba de tiro. Después, un bosquejo de la Ruta de la Plata y los cambios significativos del Estado, la Independencia, la Reforma, el Porfiriato, La Revolución y la Cristiada. Pasaje de la Historia, enfocado para pequeños, mostrando la historia a través de personajes.  

El segundo patio nos condujo a la Sala Hierros Forjados, con elaboradas piezas: espuelas, frenos, estribos, cerraduras, llaves, escuadras y otras, donadas por Rafael Tovar. Se montó un taller de forja y se muestran ventanas y balcones zacatecanos por medio de un video. Y a la Sala Casa de Moneda, con muros altos y la bizarra chimenea de fundición, máquinas rieleras, palas, y crisoles. Admiramos la colección numismática de Enrique Torres, monedas con el Cerro la Bufa y LVO. En la Sala Exposiciones Temporales, apreciamos la exposición: “Aves Nocturnas”, de Jesús Reyes Cordero, “Sortilegio más bien diurno de vulvas o topees, planchas duchampianas, serpientes planas como espículas y espinetas, tintas redondas y escaleras que prefieren caer” (Sergio Espinosa Proa).

Subimos pausadamente la escalera, contemplando el mural respecto a las casas de monedaen México, monedas del Imperio Mexicano y los procesos para lograrlas, obra de Antonio Pintor Rodríguez. Enseguida miramos su sala, con dibujos y bocetos del retablo principal de la iglesia de la Hacienda Bernárdez. Y a unos pasos observamos la Galería Mario Arellano Zajur: un desnudo, un rostro egipcio, su autorretrato y otros oleos. Después vimos la Sala Retablos Populares, retablos caseros con imágenes de santos, unos del siglo XVI, como una Guadalupana, un San Antonio de Padua y un Divino Rostro. Por último visitamos la Sala Arte y Cultura Huichol, su vestimenta ricamente bordada, sus artesanías y sus instrumentos musicales, sus máscaras y sus ritos. Un mural en chaquira, “Visión de un mundo”, de Santos de la Torre y, un cuadro de estambre en madera, “Caminante silencioso”, de José Benitez.

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