Sábado, 23 de Noviembre 2024
Suplementos | Por: Sergio Oliveira

Motor de arranque

Mañana no circula

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO (08/ENE/2011).- A vaces no hacer nada es mejor que hacer algo equivocado. Me parece que este es el caso del programa “Hoy no circula”, que el alcalde de Tlaquepaque, Miguel Castro Reynoso, quiere implementar en Guadalajara.

Este programa, ya lo sabemos, arrancó en la ciudad de México en 1989, con la idea de bajar al menos  un poco la contaminación de la ciudad. Tan conocido es el programa como sus consecuencias, que son negativas en todos los aspectos.

El problema es que la falta de buenos medios de transporte colectivo no se resuelve por decreto. La gente usa más el auto en este país debido a la falta de rutas suficientes de autobuses, metros, trenes, tranvías y otros transportes masivos. Además, hay la facilidad crónica de hacerse de un auto, gracias a la importación, legal o ilegal, de vehículos usados desde Estados Unidos. Es una receta fatal, ante el hambre por medios de locomoción, nos llenamos de “chocolates”.

Esta es la base para el fracaso del “Hoy no circula”. La gran mayoría de la gente, ante la imposibilidad de usar su auto un día a la semana, compró otro. Esto aumentó tanto el número de vehículos totales en la ciudad de México, que la urbe se volvió prisionera del fracasado programa, porque no lo puede quitar ahora, ya que todos los que al menos por un día hoy quedan guardados, se sumarían a la circulación.
En el mundo
Algunas ciudades han buscado soluciones para disminuir el número de vehículos en circulación. Londres, por ejemplo, cobra um impuesto de “embotellamiento” para los que quieran entrar con su auto al centro de la ciudad. En toda Europa, se celebra lo que llaman “En la ciudad, sin mi coche”, algo que cierra el paso los autos y camiones a parte del centro de las grandes ciudades. Esto se celebra el 22 de septiembre.

Hoy en día muchas ciudades usan algo similar, como Bogotá, São Paulo, Yakarta y otras. En todas, empero, la idea es conscientizar a la gente sobre el exceso del uso del auto particular. Casi todas ofrecen un sistema de transporte urbano más eficiente que el que tenemos en Guadalajara y en la ciudad de México. En Londres, París, Tokio, Nueva York, São Paulo y muchas otras, es posible cubrir prácticamente toda la zona metropolitana en metro, mientras que nosotros en Guadalajara, tenemos  sólo dos líneas de tren ligero.

Los villanos de la contaminación
Muchos creen, y aparentemente Castro Reynoso es uno de ellos, que el auto es el gran responsable por la mala calidad del aire en las ciudades. Esto es una verdad a medias. No hay realmente un consenso sobre en qué porcentaje el auto contribuye para la ensuciar el aire que respiramos. De hecho, esto varía de acuerdo con cada ciudad, debido a su ubicación geográfica, el número de autos y el nivel de uso y eficiencia del transporte colectivo.

Hay la creencia colectiva que el transporte en general es el gran responsable por  la polución del aire. Empero, hay que entenderlo. Transporte significa todo lo que se mueve para llevar personas o carga de un lugar a otro, es decir: aviones, barcos, trenes, camiones, autobuses y automóviles. Uno de los pocos países a tener publicada una estadística seria respecto a las fuentes generadoras de los gases que contribuiyen para el llamado “efecto invernadero”, es Canadá. Este país afirma que los transportes en general, en territorio canadiense, son responsables por 26% de la contaminación del aire local (fuente: Gobierno canadiense: http://www4.hrsdc.gc.ca/.3ndic.1t.4r@-eng.jsp?iid=67). El mismo documento informa que ese ramo de la economía es responsable por 12.2 por ciento del Producto Interno Bruto de ese país.

El auto parece el bandido de película de la contaminación, pero no lo es tanto.
Otras propuestas
La intención de Castro Reynoso me parece buena y loable, pero la forma que encontró para ayudar al problema de la contaminación ambiental es, creo, la equivocada.

El uso del automóvil debe ser pensado y cambiado a mediano plazo, no sólo porque genera contaminación del aire y auditiva, también porque estorba y es peligroso (no el auto en sí, nosotros, los conductores). Pero la gente tiene que moverse. Todos necesitamos salir a trabajar, a estudiar y a dirvertirnos, entre otras cosas. Lo haremos de la manera más fácil, barata y agradable. Infelizmente hoy ésta es al automóvil. Ojalá mañana sea el metro, el tren o el metrobús.

Un paso mucho más efectivo sería cerrar, de tajo, la importación de autos usados desde Estados Unidos, porque los coches, mientras más viejos, grandes y potentes (como los que se traen del norte), más contaminantes y peligrosos son.

Otro paso mucho más efectivo pudiera ser prohibir, de plano, el uso de los vehículos de este tipo que ya están aquí. Digamos que los autos con más de 15 años de edad no pudieran circular, pero no sólo un día, todos los días.

Más caro y lento, empero, es el inevitable paso de hacer más, mejor y más asequible transporte público.

El problema es que las dos primeras soluciones son difíciles por impopulares, mientras que la tercera es complicada principalmente porque un sistema de metro no se construye en una sola administración, haciendo que el autor de la idea deje a sus sucesores el legado político de cosechar los frutos que él sembró.

Sea como fuere, me parece que el “Hoy no circula” es una mala idea, pero si la adaptamos, si la hacemos basada en el muy mexicano dicho “hoy no te fio, mañana sí”, podemos hacer el “Mañana no circula”. Y todos contentos.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones