Suplementos | Por: Sergio Oliveira Motor de arranque América despierta. Japón tiene sueño Por: EL INFORMADOR 20 de noviembre de 2010 - 02:02 hs GUADALAJARA, JALISCO (20/NOV/2010).- Enero de 1998. Eran las seis de la tarde en la costa oeste de Estados Unidos. La industria automotriz local vivía en su esplendor máximo. Los conceptos de Chrysler eran esperados con ansiedad. Las camionetas de Ford se vendían más rápidamente que la capacidad de sus fábricas de producirlas. Sólo el gigante General Motors mostraba señales confusas, alternando buenos productos con otros que no parecían tan interesantes. Como fuera, GM era el poderoso entre los gigantes, el líder, el que ocupaba la posición que todos quisieran estar. Pero la industria estadounidense se comportaba como sus ejecutivos, sentada en un bar, desde arriba de su glorioso pedestal, para disfrutar la “happy hour” y gastar dinero como si éste llegara de una fuente inagotable. Noche y día Del otro lado del Pacífico, Tokio despertaba a trabajar. No tenía resaca, ni dolor de cabeza producido por una desvelada anterior. El dinero que había ahorrado evitando el gasto del bar al final de la tarde, lo aplicaba en el negocio, en sus productos, en la calidad, en ofrecer un mejor servicio a sus clientes, en el desarrollo de nuevas tecnologías. Varios pares de ojos rasgados miraban a los estadounidenses con enorme interés. Luchaban por aprender, por hacer mejor las cosas. Ofrecían productos más baratos, más confiables, con mayor garantía y equipo, con más seguridad. Se comportaban con humildad. Poco a poco fueron conquistando uno que otro segmento del entonces mayor mercado del mundo. El trabajo, como siempre, dejó sus recompensas. Hoy en día Toyota es líder mundial en la fabricación y venta de vehículos. Nissan, con su alianza con Renault, está entre los cinco mayores y Honda ha logrado permanecer independiente y conservar su reputación de fabricante de buenos productos, que ofrece un servicio igualmente bueno, por un precio justo. Día y noche Noviembre, 2010. Son las seis de la tarde en Japón y seis de la mañana en Los Ángeles. Se abren las puertas del salón de Los Ángeles y el público local, que nunca se avergonzó al declarar su amor por los autos, ve que el mundo sigue cambiando de manera radical. Ahora es Toyota que parece estar sentada en un bar de “sushi”, con sake en una mano y una sonrisa en el rostro. En su stand vemos una Rav 4 eléctrica, que parece más un intento por mostrarse en la moda que una verdadera apuesta de futuro. Entre sus coches del presente, se encuentra el nuevo diseño del Corolla, el auto más vendido de la historia, con unos terminados interiores que hace tan sólo un año se verían más adecuados en un Chrysler que en un Toyota. La marca llega a ponerle calaveras transparentes justo en el momento en que todos están saliendo de esa moda. La impresión que queda es que no están poniendo atención al mercado. No más. Nissan lanza una nueva generación de la Quest, insistiendo en un segmento de tamaño limitado, con un producto que nunca consiguió ser exitoso, ni lo debe ser ahora. También propone un “crossover convertible” con la Murano, además de un concepto llamado Ellure. Pena que lo único realmente bello y atractivo sea exactamente el que no saldrá, al menos por ahora, de sus líneas de producción. Y Honda, bueno, sigue pagando el precio de su conservadurismo empresarial. Es cierto, sus productos no son malos, todo lo contrario, pero ya no son los mejores como solían ser. Honda se ha comportado como una muchacha tímida, que en el fondo siempre soñó con ser Miss Universo, pero que se conforma con casarse, tener un par de hijos y vivir una vida relativamente tranquila en el suburbio. La reacción y el cuidado Luego de vivir lo indecible, bajar más de lo que habían pensado posible, de estar cerca de cerrar sus puertas, la industria automotriz estadounidense se levantó temprano y se puso a trabajar. Hoy el que visite el Staples Center, en pleno corazón de Los Ángeles, verá que el vehículo tecnológicamente más impresionante es el Chevrolet Volt. También verá que el que mejores terminados ofrece es el Ford Focus. El mismo fabricante tiene también el vehículo de mayor calidad en el segmento de los medianos (para los estándares de la Unión Americana), el Fusion. Verá también que la marca con más lanzamientos o renovaciones, es Chrysler. Éste es un negocio de altibajos, me queda claro. Quien ayer estaba por bajo hoy está encima y viceversa. Talvez Toyota no esté fallando por arrogancia al renovar tan mal y tímidamente el Corolla. Tal vez la empresa aún esté bajo el impacto de los masivos llamados a revisión que dañaron tanto su imagen, y que parecen haber afectado su balance mental y autoestima. Pero es un hecho que la marca necesita cambiar. Y pronto. Con su imagen de confiabilidad afectada, debe buscar atraer de otra forma. Hoy, comprar un Volt hace mucho más sentido que hacerse de un Prius. Poner un Fusion en la cochera es más inteligente que guardar un Accord en ella. Tener una RAM es más sensato que poseer una Titan. Estados Unidos está dando la voltereta al partido. Empero, no puede descansar. Porque los coreanos son hoy una amenaza tan fuerte como fueron los japoneses. Y antes que podamos dormir una siesta, también los chinos van a entrar en el juego. En la industria automotriz, pues, no hay lugar para disfrutar la “hora feliz”, sólo hay espacio para el trabajo duro. Como en todas las actividades. Hoy, comprar un Volt hace mucho más sentido que hacerse de un Prius. Poner un Fusion en la cochera es más inteligente que guardar un Accord en ella. Tener una RAM es más sensato que poseer una Titan Temas Autos Motor de arranque Lee También ¿Alemania puede competir contra China? BMW M5: Más de 700 caballos… Y sin poder usarlos Hoy No Circula Sabatino: Autos que no pueden transitar este 23 de noviembre ¿Qué pasa con los carros cuando hace mucho frío? Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones