Motor de arranque

La tan esperada conferencia en la que Chrysler y Fiat mostraron los planes iniciales para la primera, por los próximos cuatro años, finalmente se dio. El pasado día 4, durante ocho interminables horas, la sede de Chrysler en Auburn Hills, norte de Detroit, recibió a invitados, periodistas y distribuidores para hablar del futuro de Chrysler. Muchas noticias aclararon el ambiente, la mayoría de ellas confirmando los siempre presentes rumores, pero también quedó mucho por ser contestado, principalmente en lo que dice respecto a México.

Chrysler y sus marcas Dodge y Jeep, pasarán por una más que urgente renovación  total. Todos sus productos serán sometidos a una más que necesaria revisión, que producirá la muerte de algunos y un fuerte cambio en otros. Una nueva marca será creada: Ram, que dejará de ser sólo la pickup de Dodge, como lo fue hasta ahora. Entre los autos que desaparecerán están el Caliber, que logró convencer a muy pocos durante su vida; y el Compass, con el que ocurrió lo mismo. Otros recibirán cambios que, esperan los directivos de Chrysler y Fiat, los ayudarán a mantenerse con vida hasta que desaparezcan, como ocurre con el poco afortunado Dodge Avenger.

La marca Jeep será internacional y competirá en casi todos los mercados, mientras que Ram, Dodge y Chrysler, sólo en algunos. Pudiéramos casi apostar que ésas estarán en Estados Unidos, Canadá y México, como hasta ahora. La marca Dodge tendrá varios productos nuevos y verá la muerte del deportivo Viper, que en algún momento se pensó vender como marca. Chrysler estará más cercana al lujo. De hecho, en el mismo nivel en el que hoy se encuentra Lancia en Europa, es decir, por arriba de Fiat y por debajo de Alfa Romeo. Lancia y Chrysler compartirán muchas plataformas (o más que eso, tendrán autos similares con logotipos distintos), lo mismo que Alfa y Dodge.

La principal preocupación de todos en Chrysler y Fiat, en este momento, es la calidad. Es bueno que así  sea, porque los productos de la marca han  caído mucho en este aspecto y se encuentran en la parte baja de prácticamente todos los estudios de calidad que se han hecho en años recientes. Hay, empero, esperanzas. Y uno cuando mira la nueva Ram 2009 ve que ésta es una de ellas. El interior de la nueva Ram es el mejor de su segmento, como lo es su diseño exterior e interior, sus soluciones de espacio, su nivel de equipo y su calidad de marcha. Hay el talento para hacer bien las cosas. Faltaba, por lo visto, voluntad.

Ahora tendrán además de las ganas, la necesidad y la ayuda de Fiat, una marca que ha hecho bien las cosas últimamente, principalmente de 2004 a la fecha.

Fue interesante escuchar lo que Chrysler y Fiat tuvieron que decir el día 4 pasado, pero faltó mucho. Cuando el presidente de la marca en nuestro país, Joseph ChamaSrour, habló, lo que escuchamos fue una especie de oda a la marca, de cántico a la excelencia de sus productos y a su fortaleza en México. De acuerdo con su explicación y a los números que mostró, Chrysler parecía la mejor compañía del mundo, que crece cuando todas se hunden y es líder en casi todos los segmentos. Es hasta raro entender que sea sólo la quinta colocada en este país, siendo tan buena como los números que mostró ChamaSrour. Pero hasta él tuvo que reconocer una debilidad: los coches. Para eso, él ya tiene la solución perfecta: Fiat y sus buenos, modernos y eficientes autos.

En esto, al menos, estoy de acuerdo con ChamaSrour. Pero le faltó decir cómo. Se le pasó aclarar qué se va hacer en México además de buscar el 10% de participación en el mercado en este agonizante 2009. ¿Se va a producir el 500 en Toluca o no? ¿El actual importador, SK Bergé, va a continuar? ¿Hasta cuándo? ¿Se van a vender autos Fiat en la red de Chrysler, de 115 distribuidores, o sólo mantener las menos de 30 agencias individuales de la marca? ¿Hay alguna estrategia de mercadotecnia para explicar al consumidor mexicano un cambio más en Fiat en este país? ¿Qué productos Fiat se quedarán y cuáles no?

Lo más probable es que ni siquiera ChamaSrour conozca esas respuestas. Y mientras esas dudas persistan, se podrá decir lo que quiera, pero Chrysler, en México, va a seguir necesitando de Hyundai y Mitsubishi para sobrevivir. Y qué pasará con estas marcas en el futuro inmediato, ahora que Chrysler — digamos las cosas como son— pertenece  Fiat, es sólo una más de las muchas dudas que quedaron luego de la maratónica conferencia en Detroit.