Los increíbles lagos cráter de Puebla

GUADALAJARA, JALISCO (24/AGO/2014).- Los cráteres funcionan como boca de erupción de muchos volcanes, por lo que es probable que al escuchar la palabra lo primero que se viene a nuestra mente es lava y otros materiales que son expulsados al exterior cuando esta actividad ocurre. Aunque es difícil que llegemos a presenciar alguna, las hemos visto en fotografías y sabemos cómo se ven. Incluso en nuestro Estado, el volcán Ceboruco dejó vestigios de su actividad en el año de 1870.

Por eso, es increíble que en esas depresiones circulares cuyo objetivo principal es fungir como el conducto por el que sale la lava hirviendo que se encuentra en el magma de nuestro planeta, se pueda albergar lo contrario: el agua.

Los lagos cráter se forman por la acumulación de este líquido que se va filtrando en las calderas de un volcán. El más famoso en México son dos lagunas de agua dulce que se encuentran dentro del Nevado de Toluca, a cuatro mil 960 metros sobre el nivel del mar en medio de un paisaje inhóspito.

En Puebla se encuentran los lagos más sorprendentes de la Cuenca Oriental del altiplano mexicano,   menos publicitados pero igual de bellos y espectaculares. Los dos grandes llanos que forman parte de esta cuenca son de origen lacustre, llamados Llanos de San Andrés y Llanos de San Juan, que se encuentran al noroeste de la meseta poblana entre los poblados de San Salvador el Seco y Perote. En los Llanos de San Andrés se encuentran los lagos Aljojuca y Tecuitlapa y en los Llanos de San Juan los lagos Atexcac, La Preciosa, Quechulac y Alchichica.

Esta región está orográficamente delimitada por cuatro de los más grandes volcanes de México: la Malinche, hacia el oeste, y el Cofre de Perote, el Pico de Orizaba y Sierra Negra, por el oeste.

El origen

En el corazón del Eje Neovolcánico, las frecuentes erupciones derramaron mantos de lava y arrojaron nubes de cenizas y fragmentos. La frecuente actividad cubrió lo que eran antes lechos marinos y que hoy son suelos sedimentarios y rocas calizas del periodo Cretácico.

Los embalses y los lagos cráter son los dos tipos de lagos que se formaron desde el principio. De los primeros destacan las lagunas de Tepeyahualco o el Salado y Totolcingo, donde se acumula agua que forma encharcamientos en la época de lluvias, pero que permanecen secas la mayor parte del año.

Las razones de su nacimiento fueron  la obstrucción de las vertientes hacia el océano y la porosidad de los suelos volcánicos, que impidió la formación de corrientes en la superficie. Los lagos cráter  de la zona surgen al enfriarse y contraerse el tapón de lava de la última erupción del volcán, que permanece bajo los mantos freáticos. En total fueron nueve; sin embargo, se han secado tres, los llamados Xalapazcos (Chico, Grande y Jalapazquillo).

Aljojuca y Tecuitlapa

Este es uno de los más conocidos y se alcanza a ver desde la carretera, ubicada entre El Seco y Ciudad Serdán. Se encuentra en una depresión de 50 metros de profundidad y un kilómetro de diámetro, a hora y media de la ciudad de Puebla. Se puede llegar en una bajada de terracería en cualquier automóvil. Durante el invierno la laguna cambia de color de un azul intenso a un verde esmeralda y todos los peces suben a la superficie. Actualmente se está promocionando como un lugar para realizar ecoturismo. 

La laguna de Tecuitlapa mide aproximadamente mil 400 metros de largo y una profundidad de casi tres metros.  Dentro del gran cráter, una segunda erupción formó otro formó otro cono, que aparece al centro con forma de isla. El agua tiene un compuesto que la hace pesada, la llaman tequezquite. De acuerdo con personas que viven a unos metros del manto acuífero, cada año se pierden al menos diez centímetros de agua
 Se llega por  la calle principal del pueblo de San Miguel Tecuitlapa, de donde el lago toma su nombre.

Atexcac y La Preciosa

El lago de Atexcac asemeja una enorme turquesa, con tonos que van del verde al azul, según las condiciones de luz. Alcanza una profundidad máxima de 39.1 metros y su olor se percibe desde la orilla por su alto índice de azufre. Las aguas son muy frías.

La denominación de La Preciosa se debe a unas minas de oro abandonadas que se hallan en la región sureste. Las tonalidades cambiantes del rojo al azul dan un aspecto característico al cono. Abundan las aves, anfibios y reptiles lacustres. También hay peces, por lo que se practica la pesca.El diámetro de la laguna es de unos mil 750 metros y su profundidad máxima es de 45.5 metros.

Quechulac y Alchichica

Desde los bordes de la alargada laguna de Quechulac se alcanza a ver el Pico de Orizaba. Su poco nivel de salinidad permite que vivan varias especies de peces como el charal o la trucha arcoiris en sus mil 200 metro de diámetro y 40 metros de profundidad. Alrededor hay un variado ecosistema formado por extensos tulares y refugio de aves acuáticas. Los poblados de San Isidro Xaltepec y Buenavista se localizan en los bordes del cráter. Los pobladores aseguran que bajo las aguas se localiza la punta de un cerro.

Alchichica —la mayor de todas las lagunas— es musa de el mayor número de leyendas y admiración por sus aguas que se asemejan al océano. Los lugareños dicen que se comunica con el mar. El origen de esta creencia se dio en la época precolombina, cuando se pensaba que los cerros eran como enormes vasos con agua de mar.

Dos poblaciones se hallan en los bordes del lago: San José Alchichica y Zalayeta. Al caminar por las orillas, se pueden ver enormes rocas con aspecto rugoso y orgánico, que rememora a un arrecife que choca contra el oceáno.

Otra historia interesante es la que cuentan para explicar la existencia de la laguna, dicen que fue un aerolito que chocó y reventó los brazos de mar. También dicen que en el fondo (que según la Comisión Nacional ara el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad es de 64.6 metros ) vive una sirena de largos cabellos plateados, que sale en noches de luna llena para con su canto atraer a los hombres, quienes enloquecidos de amor la siguen hasta las profundidades, donde pierden la vida.

TOMA NOTA

Para llegar

En automóvil se puede arribar por la carretera 140, que va de Xalapa a Puebla, se llega a la laguna de Alchichica, 21 km al sur de Perote. Frente a Alchichica se halla el crucero que indica Quechulac, por donde se accede a la laguna de este nombre y a La Preciosa. La misma carretera 140 comunica, varios kilómetros al suroeste, con el crucero de Guadalupe Victoria, donde se ubica inmediatamente la laguna Atexcac.

A la laguna Tecuitlapa se toma la carretera 144 a la altura de San Salvador El Seco, y después la desviación 12 km adelante. Aljojuca, la más meridional de todas, se localiza a tres o cuatro kilómetros del crucero a Tecuitlapa, en dirección a Ciudad Serdán.