Leche materna activa sistema inmunológico del bebé

GUADALAJARA, JALISCO (08/AGO/2015).- La nutrióloga Sigrid Pimentel Martín, resaltó los beneficios de la leche materna al ser inocua y contener anticuerpos que ayudan a proteger a los lactantes de enfermedades frecuentes de la infancia.
 
La especialista de la Secretaría de Salud en Jalisco ( SSJ) agregó que la lactancia materna es una forma inigualable de facilitar el alimento ideal para el crecimiento y desarrollo correcto de los niños.
 
La primera leche que producen los senos, dijo, es de consistencia espesa y amarillenta y se origina al término del embarazo, se le denomina calostro y su administración debe comenzar en la primera hora de vida.
 
"El calostro está lleno de grasas, proteínas y anticuerpos que protegen al bebé de infecciones y activan su sistema inmunológico. Es importante recordar que, el aparato digestivo del bebé está empezando a funcionar y sólo necesita de esas pequeñas cantidades de alimento", aseguró Pimentel Martín.
 
Puntualizó que el calostro tiene además un efecto laxante que estimula las primeras deposiciones del bebé llamadas meconio, por lo que cuando se alimenta al bebé con ese producto materno es como si se le administrara su primera vacuna.
 
La lactancia materna se recomienda durante los primeros seis meses del recién nacido y después se debe complementar con otros alimentos como purés de frutas y verduras.
 
Citó entre otros beneficios que la leche materna garantiza que el lactante tenga alimento suficiente y disponible; propicia una buena salud durante toda la vida.
 
"Los adolescentes y adultos que fueron amamantados de niños tienen menos tendencia a sufrir sobrepeso u obesidad. Son también menos propensos a sufrir diabetes tipo II y obtienen mejores resultados en las pruebas de inteligencia", recalcó.
 
En México ocho de cada 10 bebés son alimentados con fórmula, pese a que sólo dos de cada 100 lo requieren. Las madres desconocen que esos productos pueden ocasionar infecciones, además de que se relaciona su consumo con obesidad y diabetes, que pudieran presentar los niños antes de los cinco años.
 
Los bebés amamantados experimentan menor mortalidad, incluido el síndrome de muerte súbita, y menor frecuencia y gravedad de morbilidad por diarreas, infecciones respiratorias y dermatitis, así como mayor coeficiente intelectual; menos riesgo a diabetes, asma y leucemia.