Suplementos | Reflexión La Independencia que no fue La otra historia de México Por: EL INFORMADOR 15 de septiembre de 2012 - 21:45 hs / GUADALAJARA, JALISCO (16/SEP/2012).- La historia oficial de México es una larga serie de derrotas gloriosas y un pesado directorio de héroes derrotados. Comenzando por Cuauhtémoc y su profético nombre, águila que cae, hasta Zapata, veneramos la caída, el fracaso y lo consagramos como símbolo de pureza.”, señala el periodista Luis González de Alba en el libro Las mentiras de mis maestros. Para muchos es día de fiesta nacional, de vestirse de verde, blanco y rojo; de amarrarse la trenza con listoncillos, de gritar ¡Viva México! ¡Vivan sus héroes! la noche del 15 de septiembre, para después tomarse unos tragos de tequila, hablar sobre box —que si el Canelo ganó o perdió, que si es mejor que Julio César Jr.—, seguir tomando y luego recordar que las Chivas apenas ganaron ante León… un tequila más… en fin es noche de fiesta, hay que celebrar la libertad (ésa que los españoles nos quitaron, o eso dicen). Con suerte se escuchan algunos acordes de mariachi, quizá la voz aguardentosa de Chavela Vargas —sobre todo si en la mesa ya está la discusión del México actual, pero quizás eso no pasó—, reina la música de banda y el baile. Más tarde, tal vez entre las cuatro y cinco de la mañana, se antojaron unos tacos y de seguro en la calle aún había puestos para satisfacer el capricho. Llegó el alba y el 16 de septiembre y con ellos el fin de otra libertad, la de la fiesta. Pero en realidad ¿qué tanto sabemos de nuestra historia, de la razón de nuestra celebración? La historia oficial que enseñan en las escuelas públicas (y privadas) de el país se engulle como cierta e irrefutable, pocos son los que anexan otras investigaciones, para tener una visión más amplía de lo que fue México. De ahí que González de Alba quisiera mostrar otra cara de la moneda, una en la que no está ni el águila ni el héroe de la nación, en Las mentiras de mis maestros (Ediciones Cal y Arena, 2002), que se trae hoy a cuento con motivo del Día de la Independencia. “Cuauhtémoc, último emperador de un imperio detestado por todos sus vecinos y vasallos, es nuestro más puro héroe, no por sus hazañas ni sus construcciones ni sus conquistas, pues no tuvo tiempo para ellas, sino porque es el gran derrotado. Hidalgo es el padre de la patria por decreto, no por sus logros, pues su fallida rebelión fue aplastada en poco tiempo, como otras durante la colonia; Morelos encabezó otro levantamiento de poca extensión en un territorio inmenso y su derrota fue absoluta; Guerrero quedó convertido en un simple fugitivo perdido en las montañas del Sur, donde se pudo haber quedado hasta morir de muerte natural a avanzada edad, pues en nada afectaba la marcha del virreinato un rebelde oculto en las montañas, como no lo habría afectado tampoco otro perdido en los desiertos de Sonora. Madero no llegó a gobernar y hasta 1994 estuvimos esperando el sufragio efectivo”. En este libro su autor otorga “algunos puntos clave” de la historia de México. ¿Cuándo se independizó México de España? No fue el 16 de septiembre. El acta de independencia del Imperio Mexicano se firmó el 28 de septiembre de 1821. El documento señala: “La Nación Mexicana que, por trescientos años, ni ha tenido voluntad propia, ni libre el uso de la voz, sale hoy de la opresión en que ha vivido”. El acta se firmó gracias a un acuerdo entre Iturbide y Guerrero, primero, y después con el recién desembarcado y nuevo virrey, Juan O`Donoju, quien venía a gobernar la Nueva España. ¿En la conquista, los españoles ejecutaron una matanza en el pueblo Azteca? En su llegada al Nuevo Mundo, los españoles comandados por Hernán Cortés no sumaban más de 300, en tanto los Aztecas eran casi medio millón de habitantes. “Pero los aztecas eran de tal manera odiados por los pueblos vecinos subyugados, que no fue difícil sumar a decenas de millares contra el temido y aborrecible imperio. La gran masacre de agosto de 1521, con la que comenzó a formarse México, tuvo lugar entre indios comandados por españoles e indios aztecas que aún tenían armas de la edad de piedra: garrotes incrustados de piedras filosas”, señala González de Alba. ¿Durante 300 años el pueblo mexicano estuvo oprimido por los españoles? México no existía como tal al momento de la Conquista, sólo había culturas diversas que ocupaban un territorio. Fue en esos tres siglos después de la conquista que se formó un país unificado por idioma, religión y costumbres. “Así pues, en 1810 no recuperamos la ‘nación’, dado que no existía, sino que terminó su larga gestación. Y no concluyó con el levantamiento armado de Hidalgo, de escasos 10 meses y fracasado, sino con la negociación razonable ocurrida un decenio después”, apunta el texto Las mentiras de mis maestros. ¿Por qué festejamos el 16 de septiembre? De acuerdo con la investigación de González de Alba, en el último punto de Los Sentimientos de la Nación, señala al 16 de septiembre como “el día aniversario en que se levantó la voz de la independencia y nuestra santa libertad comenzó”. A riesgo de contradecir a Morelos —advierte De Alba— “recordemos que la voz de la independencia se había levantado muchas veces con anterioridad en tumultos populares y rebeliones indígenas mucho más importantes por su número que el fracasado golpe de Hidalgo, y que nuestra libertad, santa o no, debía esperar hasta 1821, a diez años de fusilado Hidalgo y dispersados sus seguidores, para ser realidad”. “La fuerza de la costumbre es mayor que cualquier dato histórico o razonamiento. Sólo así nos podemos explicar la “historia patria” que nos tragamos como rueda de molino. Y no son asuntos que debamos poner en orden sólo por amor a la verdad, sino que las mentiras sobre el ayer se reflejan en el manejo que hoy damos al presente”, reflexiona el también autor de Niño o Niña. LOS DÍAS Y LOS AÑOS El autor Luis González de Alba (Charcas, San Luis Potosí), es un escritor mexicano y periodista. Formó parte del Movimiento estudiantil de Tlatelolco en 1968. Ha publicado novelas, cuentos, ensayos y artículos en diarios y revistas. Entre sus libros destacan Las mentiras de mis maestros, Niño o niña, El vino de los bravos y unos tequilas, Olga, Los días y los años. En 1997 obtuvo el premio Nacional de Periodismo por labor en la divulgación de la ciencia. Vive en Guadalajara. Temas Tapatío Historia Lee También El arte, un reflejo crítico de la sociedad contemporánea Tapatíos en busca de oro en California “Los peruanos somos como personajes de Rulfo”: Diego Trelles Paz Cabañas, educar y promover Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones