GUADALAJARA, JALISCO (13/NOV/2016).- Al poniente del museo zacatecano, “Francisco Goitia”, se encuentra la hermosa y vistosa iglesia de Fátima, emprendida por el padre Manuel de la Hoz, quien fuera apoyado por entusiastas patrocinadores y parroquianos. La primera piedra la puso el obispo Antonio M. Aguilar, el 22 de octubre de 1950, siendo el alarife Damasco Muñetón, quien edificó la segunda torre de la Catedral de Zacatecas. La bonita construcción fue tomando forma paulatinamente, acorde a las aportaciones. El 13 de mayo del 2000, fue dedicado solemnemente el ansiado recinto, mostrando sus canteras el gótico, en color rosa, considerado neogótico, de tamaño menor a los templos europeos, tanto vertical como horizontalmente, pero conservando las proporciones.Luego de admirar los detalles del Jardín Independencia, subimos por la calle Juárez, donde nos atrajo un templo con portada y campanario de canteras rosas, la alta puerta en arco de medio punto sobre capiteles dóricos, enmarcada por tres columnas dóricas, el friso dentado, la ventana coral, de buenas proporciones, vertical, con una columna redonda jónica por costado y por remate un frontón en arco rebajado. A la izquierda sobresale el atractivo campanario, de buenas dimensiones, su planta, cuadrada ochavada y de un solo cuerpo, con un vano arqueado por cara, animados por medias columnas jónicas, cúpula de ocho gajos y falsa linterna con cruz, el cautivador templo era el Sagrado Corazón de Jesús, data de mediados del siglo XVIII y era de la Santa Escuela de Cristo, en 1863, cuando la secularización de bienes eclesiásticos fue convertida en la primera escuela para adultos en el Estado, para 1904 el gobierno vendió el inmueble al obispado para nuevamente dedicarlo al culto.Seguimos la calle Amador, pasamos por la Escuela Normal, vimos un monumento a la “Constitución y Reforma” con rostros de personajes que contribuyeron a ello y, posteriormente se dejaron ver bizarras formas góticas rosadas. Varios peldaños suben al grandioso portal, comprendido por la torre, de planta cuadrada. Cinco arcos ojivales se adentran al portal, al frente, un nicho por costado, donde posan: Jesús y María en cantera blanca. El portal con arcos laterales. Arriba del primer arco surge un triángulo con una flor de seis pétalos, más arriba se deja ver un gran nicho con una basa, en la cual posa la Virgen de Fátima, de cantera blanca de Jerez, preciosa obra, que realizó Félix Muro. Enseguida un elaborado rosetón, con un vano circular en cada esquina, el rosetón se repite en cada cara (algo no común), el friso con tres tréboles, arriba, dos vanos con exquisitos orificios, que dejan salir los llamados de las campanas, y la cubierta, piramidal con cruz, una almena en cada esquina de su desplante. En el arco de la puerta principal se asoma la ventana coral. A cada costado de la torre, un torreón de tres cuerpos.La planta arquitectónica es en cruz latina y de tres naves, las capillas laterales fueron consagradas a la Virgen de Guadalupe y al Sagrado Corazón de Jesús. Las fachadas laterales lucen arcos arbotantes con almenas piramidales, entre ellos dos ventanas ojivales, la primera con dos vitrales ilumina a la nave lateral y la segunda con tres vitrales ilumina a la nave central, los coloridos vitrales reflejan pasajes de la biblia, uno de ellos expresa la aparición de la Virgen de Fátima a los pastores. El atrio con puerta gótica, delimitado por balaustradas trilobuladas entre columnas cuadradas, rematadas por altas almenas piramidales. El interior, bien iluminado, salpicado de formas góticas, rosas, animadas por expresivos vitrales. Columnas redondas con capiteles corintios y arcos ojivales delimitan con gracia el espacio en tres, de las columnas surgen nervaduras a las bóvedas y a los arcos centrales. El crucero es iluminado por la cúpula, de tambor octagonal, con un vano por cara, que abraza tres vanos, cubiertos por vitrales, la cúpula fue coronada por una falsa linterna ojival con cruz. En el altar, yace la venerada Virgen de Fátima.