Suplementos | Kinetoscopio Frío en los huesos La película original del director Sebastián Hofman Por: EL INFORMADOR 18 de mayo de 2013 - 21:27 hs Soledad. Beto, el protagonista del filme, trabaja como guardia nocturno de un gimnasio. ESPECIAL / GUADALAJARA, JALISCO (19/MAYO/2013).- Quien haya leído Frankenstein o el moderno Prometeo de Mary W. Shelley advertirá que la parte final de Halley, posiblemente, encontró inspiración en ese libro. Quien no, se sorprenderá por el salto de lugar que da la trama, pero no se quedará sin entender que es una salida poética para el personaje. La película se resiste a ofrecer explicaciones del tipo por qué pasa lo que pasa, y por qué los personajes son como son. En su lugar entrega tropos visuales y auditivos que hablan de los actos elementales de la vida: respirar, comer, mirar, moverse. Actividades para las que Beto, el protagonista, cada día resulta menos apto. Los recursos tradicionales del género volverían este relato una caja de sustos, el realizador prefirió presentarlo como una fantasía normalizada, donde lo extraordinario naufraga en medio de la rutina cotidiana y la incomunicación social. Con ello el horror adquiere la dimensión de una tragedia humana palpable, de un dilema existencial. ¿Somos un cuerpo o tenemos un cuerpo? Ese aspecto orgánico es realzado constantemente. Llagas y heridas que no supuran sino que son costras de sangre seca. Piel en descomposición que se cae a pedazos. Gusanos que nacen bajo el pellejo y moscas que rondan fastidiosamente. Detalles organizados a cabalidad para poner a prueba la paciencia del espectador. Más que desarrollar una historia el director optó por la acumulación y la repetición de situaciones. Sólo tres episodios salen de esa inercia. En uno, Beto asiste a un servicio religioso donde el predicador emociona a sus feligreses con apotegmas tajantes como que “la enfermedad y el pecado son una misma cosa”. En otro se inyecta un poco de humorismo, pues Beto va a dar a un depósito de cadáveres cuyo empleado da muestras lo mismo de asombro que de satisfacción ante el hecho prodigioso: “sabía que algo así era posible”. El más extenso involucra a la dueña del gimnasio en el que trabaja el protagonista como guardia nocturno. Es por igual incómodo, ameno, conmovedor, y refleja muy bien la soledad que arropa a los dos personajes. Como consecuencia del encuentro, el director escenifica un chiste desagradable, que se antoja fuera de lugar, pero que sirve de culminación a la callada agonía que se contempla. En muchos momentos las imágenes están pensadas como vehículo de las impresiones que sufre el protagonista. Los desenfoques remiten a la mirada borrosa, el efecto de cámara lenta en combinación con el sonido alterado comunican los trastornos en la sensación de avance del tiempo, la proximidad de un ataque fulminante se notifica mediante una discreta convulsión de la cámara que lo sigue. Halley, México, 2012; Dirección: Sebastián Hofman; Guión: Julio Chavezmontes, Sebastián Hofman; Actuación: Alberto Trujillo, Lourdes Trueba. Temas Pasaporte Kinetoscopio .Película Lee También Diviértete con “Elmo” y las fabulosas orcas en San Diego The Wicked y El Mago de Oz: Curiosidades de esta nueva adaptación ¿Cómo agendar una cita por WhatsApp para tramitar el pasaporte en Jalisco? El pasaporte mexicano ya no se tramita igual; ¿en qué consiste el paso de la validación previa de documentos? Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones