Suplementos | por: David Izazaga Fatiga crónica Comer pepinos a mordidas y con todo y cáscara Por: EL INFORMADOR 16 de abril de 2011 - 02:31 hs La estética para caballeros son un negocio común en la actualidad. ESPECIAL / GUADALAJARA, JALISCO (16/ABR/2011).-Paso casi todos los días por ahí y lo he hecho al menos los últimos seis años. El lugar está en una esquina, pero a desnivel de la banqueta, de manera que al ir caminando es inevitable bajar la vista y observar lo que sucede ahí. El letrero dice que es una estética masculina, pero en letras más pequeñas dice: “masajes, sauna, vapor, peluquería”. Es curioso cómo hasta hace unos años las estéticas eran sólo para mujeres y hoy son cada vez más las que lo son sólo para hombres. Es ésta una más de las decenas y quizá centenas de estéticas masculinas que existen en los alrededores de las colonias Americana, Obrera y Lafayette. No es un chiste: en esta zona hay más estéticas masculinas que tiendas de conveniencia. Las hay junto a notarías (y las hay que parecen notarías), en la misma manzana que escuelas, muy cerca de algún templo y de la que hablo, que está debajo de una papelería y una agencia de viajes. Y también en contra esquina de una escuela. De las miles de veces que he pasado frente a la estética, nunca jamás he visto a alguien cortándose el cabello. La mayoría de las ocasiones la parte frontal, donde están los clásicos sillones de peluquería, está sola: todo muy limpiecito y acomodado. Los muebles casi nuevos, macetas y arreglos florales por todos lados y varios de esos adornos que bien pueden ser unas ranas en un estanque o una bola de cristal azul-morada de la que emana agua, fuentes de las que se venden en Obregón y que son el regalo perfecto para alguien a quien el terciopelo o la terlenka le hagan conmoverse hasta las lágrimas. He visto entrar y salir hombres ahí: la mayoría cincuentones y con pinta de abogados. Salen volteando en todas direcciones y muy peinaditos y oliendo a lavanda. Durante muchos años la estética fue sólo atendida por una mujer, pero desde hace al menos un par de meses ya hay dos o tres mujeres más. Supongo que aquella mujer que atendió sola el negocio (su negocio, supongo también) se cansó o se aburrió o simplemente le fue tan bien que decidió o ampliar la oferta o diversificar las opciones para sus clientes, sabrá Dios qué. Lo que sí es seguro es que no le va mal, porque si no ya hubiera cerrado, como varios de los negocios que se concentran en esa misma esquina: abren, cierran, cambian de giro. Pero ninguno ha durado tanto tiempo como esa estética. El lugar siempre fue muy discreto, yo sólo recuerdo haber presenciado una ocasión en la que la señora salió a hablar por teléfono a la caseta de Telmex que está justo en la esquina y lo hizo sin blusa y sin brasier, así: “a pelo”, dijéramos. Pero fuera de esa ocasión en la que o habrá tenido calor o no le dio tiempo de echarse algo encima, la verdad es que cero desfiguros. Bueno, ahora que, acordándome bien, también algunas ocasiones que paso y bajo la mirada (porque siempre hay que estar atento por donde uno pisa) la he visto pasearse por el recibidor de su negocio en calzones. Ella, calculo, no tendrá más de cuarenta años. Y varias obvias operaciones encima que le ayudan a tener todo en su lugar. Las últimas semanas las nuevas integrantes se la han pasado encima de los sillones de peluquero, literalmente echadas, poniéndose crema en las piernas o pintándose las uñas. Ayer una de ellas se comía a mordidas un pepino, con todo y cáscara, mientras me volteaba a ver. Yo pensaba en la Semana Santa y en que cuando las vea comer no pepinos, sino sushi, pensaré que están listas para abrir su propio negocio en esta industria en franca expansión. Temas Tapatío Fatiga Crónica Lee También José Meléndez, de ser estratega interino a poderse convertir en campeón con el Tapatío Tapatío no se confía pese a la ventaja sobre Celaya Julián Quiñones celebró la eliminación de Chivas en el Plan-In FMF abre investigación por aficionados que invadieron la cancha en el Clásico Tapatío Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones