Explorando el mundo

GUADALAJARA, JALISCO (06/MAR/2011).- ¿A quién no le agrada que de repente te encuentres con que te haz ganado un viaje gratis a un lugar fascinante?

¡Qué alegría recibir una invitación para viajar a un interesante país! Qué maravilloso sería que un ser querido, te salga con un viaje como regalo de cumpleaños.

Las sorpresas nos encantan. Especialmente cuando involucra el vivir una nueva experiencia.
De hecho, se ha estudiado que el ser humano goza con las cosas que los sorprenden, con las vivencias que producen asombro, especialmente las que causan un impacto positivo e inolvidable.

Es eso lo que exactamente se pretende vivir en los viajes, que recibas diversas escenas que agiten tu mundo perceptual y emocional.
Se trata de que te topes con lo inesperado, con algo nuevo e inquietante, que después de presenciar un exquisito panorama, tu mente quede impresionada y con una huella inolvidable en la memoria.

El hombre siempre ha vivido de rutinas, de inagotables jornadas de trabajo, que se repiten todos los días de la vida, sin que algo en especial acontezca
En cambio, esa es una de las pretensiones sutiles de los viajes, que te dejes sorprender por lo inesperado, comenzando por un destino que no creías que algún día ibas a conocer. Por eso, es importante que también prepares viajes sorpresas y no caigas en las mismas rutinas.

Hay familias enteras que año con año se van a Vail a esquiar, y además llegan siempre al mismo hotel y repiten las mismas rutinas. Tal vez estén muy contentos haciéndolo así, pero nunca se permiten hacer cambios e intentar que su afición a los deportes de nieve sea una oportunidad de ir a conocer nuevos lugares, como lo hacen los jugadores de golf, que recorren el mundo conociendo diversos y fascinantes campos.

Dáte la oportunidad de sorprenderte a tí mismo con tu capacidad de hacer algo completamente diferente. Y si es posible, trata de guardar el secreto hasta que todo esté listo y busques la oportunidad de hacerlo público,para crear ese ambiente de sorpresa. Cuando se hace así, ocasiona un deleite mayor que cuando se le hace una fiesta sorpresa a un ser querido.