Explorando el mundo

Los buenos restaurantes tienen en su menú la sugerencia del platillo que el chef suele preparar, con especial creatividad. Desde luego, entre más famoso sea, mucho más atractiva resulta su innovación. Por eso mismo, los buenos clientes ya saben que lo más valioso de un lugar exclusivo es, precisamente, solicitar lo que mejor prepara. Sin embargo, no se aprecia tanto como se quisiera y las recomendaciones de la cocina no son muy socorridas por los comensales.

De hecho hay muchas personas que llegan con determinación, a preguntar por la sugerencia del día y caen en la tentación de preguntar por el precio del platillo, porque les gana el bolsillo al paladar, y esto no es del todo cortés. Por eso mismo no se acostumbran poner los precios en los menús, porque por un lado se van cambiando según sea el día de la semana y por el otro el precio no debe de ser el atractivo, sino lo delicioso de él. Y esto implica, que muy por encima del costo, está el deseo de saborearlo. Es como afirmar que se está dispuesto a pagar lo que sea, para probarlo. La gente que antepone el precio de un platillo está más ocupado de su dinero, que de su paladar. Y es muy cierto, que quien siente que le cuesta mucho lo que come, ya no lo disfruta igual. Se preocupa de la cuenta, más que de la explosión de sabores en su paladar.

Es muy evidente cuando alguien pregunta por la sugerencia del día y después de recibir todas las explicaciones, acaba por mejor volver a mirar al menú y desde luego pedir un platillo común y sujeto al precio que desea gastar, lo cual es sin duda muy válido. Pues también es cierto que no tiene porqué gustarle lo que le proponen. De cualquier manera, es importante valorar lo que son capaces de hacer los grandes cocineros y pagar por su creatividad e inventiva. En estos restaurantes hay que ir preparado con la billetera, para darle gusto al delicioso mundo de los sabores.

Vale la pena intentarlo.

Hasta la próxima