Explorando el mundo

Si efectivamente hay muchas conductas y actitudes que a los meseros no les gusta de parte de los clientes. Si usted va a un restaurante, aquí o en el extranjero, procure observar las siguientes sugerencias.

· Es importante saber esperar a que le asignen a uno la mesa y a  no modificar el mobiliario y acomodo del lugar sin la ayuda y asesoría del capitán o el mesero. Simplemente porque las mesas y los lugares  están identificados por números.

· No llame al mesero con gestos y sonidos burdos y demandantes, espere a ser atendido y a mantener un contacto visual con ellos.

· Sea claro y concreto a la hora de pedir sus platillos, no confunda y esté cambiando de opiniones.

Procure no decir que quiere los mismo que el otro, sea específico.

· No discuta  ni haga comentarios confidenciales, mientras está el mesero cerca de usted, ponga una pausa y concéntrese en lo que va a decir.

· Si va con niños no los deje hacer cualquier cosa, especialmente entorpecer su trabajo o hacer tiraderos y ensuciar la mesa.
·Pida todo lo que necesite de una vez

por todas y no lo esté llamando para un detalle a la vez.

· Trátelo con cortesía y respeto, no es su sirviente. Mucho menos lo regañe y ofenda, si tiene alguna inconformidad dígaselo principalmente a la administración. No lo haga sentir que el no preparó bien los alimentos y que es el mensajero de los errores de la cocina.

· Si es mesera, les desagrada que las miren seductoramente y revisen su cuerpo, si es hombre les molesta  que las mujeres mayores hagan lo mismo.

· Si no le agradaron los alimentos, no castigue con la propina al mesero, el qué culpa tiene.

· Si desea comentar y preguntar algo, sobre todo en el extranjero, hágalo con respeto y curiosidad genuina; si les agrada servir de guías y consejeros. Pero no se ofenda si no lo hace, esa no es su tarea.

· A pesar de que dejó propina no deje de agradecer sus atenciones.

Tómelas en cuenta en la próxima ocasión.