Explorando el mundo

Muchos de nuestros parques sólo sirven para que crezcan árboles y hagan ejercicio una que otra persona durante el día. Pero en general están completamente desaprovechados.
Y lo peor de todo es que impiden que los niños y los jóvenes, especialmente éstos últimos, jueguen y se diviertan con pelotas.
Aún no descubro la razón que han tenido las autoridades para desaprovechar los parques y dejarlos con una vocación tan inútil, que sirvan para verse bien y no que para ser utilizados en algo benéfico.

En muchos países del primer mundo, los parques tienen una vocación en particular, algunos sirven para que los jóvenes se reúnan a usar sus patinetas, otros para conjugar ejercicio y algún deporte, por ejemplo con una cancha de futbol o de voli. En otros se ponen mesas para jugar ajedrez o ping pong. Pero nunca se desaprovechan esos maravillosos espacios públicos en poner una que otra banca junto a anticuados juegos infantiles, como resbaladillas y subibajas. La verdad es un auténtico desperdicio.
He puesto particular atención en fijarme lo que sucede en diversos parques esparcidos en la zona metropolitana y casi todos están en las mismas circunstancias, abandonados o subutilizados.

La verdad queremos sugerir a nuestras autoridades, y desde luego con el apoyo de ustedes, a que demos una revisada a nuestros parques y les demos una nueva vocación y de verdad sirvan de algo a la comunidad. Más allá de ser reservas verdes de la ciudad.

Cuando se desea ser una ciudad prospera y convertirse en el foco de atención del mundo, al organizar eventos de gran envergadura. Debemos también pensar en estos pequeños detalles y hacer que las cosas mejoren en la propuesta de vida que tenemos para estos espacios públicos.

Si bien la Vía Recreactiva es un apropiarse de las calles en bien de las personas y no del auto, los parques deben ser un lugar para actividades diversas y no sólo para cuidar las áreas verdes, las debemos conjugar perfectamente.

Ojalá y que este reflexión no caiga en saco roto y también aprendamos de los países más desarrollados a valorar lo que tenemos y sacarle el mayor provecho posible sin prohibir lo importante.

Hasta la próxima