Explorando el mundo

Es una delicia recorrer las playas de Michoacán, desde San Juan de Alima, hasta cerca del puerto Lázaro Cárdenas. Son tantas las opciones que ofrecen que sin duda se ha convertido en un de los lugares más cotizados para implementar desarrollos turísticos de alto nivel.

Ya son muchos los empresarios del sector que tienen su vista puesta en estas hermosas playas.

Sin embargo existe un serio problema a resolver antes de que las cosas se realicen correctamente, y es respetar y negociar con cuidado y legalidad a los actuales propietarios de estos parajes.

Parece que la mayoría de las playas, siguen perteneciendo a las comunidades indígenas que radican allí desde hace muchos años y que desde luego entran a formar parte de los convenios y acuerdos que involucran la autenticidad de sus bienes.

Hay siempre ventajosos y abusivos personajes que desean despojar, a veces por las buenas y otras por las malas, a los comuneros de sus propiedades y explotarlos vilmente. Lo peor es que se suelen servir de la complicidad de malos funcionarios que también juegan un papel deshonesto.

La ley tiene muchas maneras de servir al bien de la comunidad y se deben de encontrar los mejores mecanismos legales y humanos para resolver todos los conflictos que emanen de las disputas por las propiedades.

Porque es un hecho que queremos un progreso que beneficie a todos y traiga prosperidad, desde a las mismas comunidades indígenas, hasta los empresarios del turismo, a los constructores y a los mismos turistas que podrán gozar de estas magníficas playas.

Necesitamos cuidar el entorno y el medio ambiente, de tal manera de que su belleza natural se preserve en armonía con el progreso, si queremos ensanchar las carreteras o poner campos de golf, que no sea contaminando, devastando bosques y contaminando los ríos y las costas con drenajes clandestinos.
Si deseamos un lugar turístico privilegiado, que nazca todo con una relación sana y virtuosa con los actuales propietarios.

Por el futuro turístico de Michoacán, respetemos los lugares naturales y a sus propietarios.