Lunes, 20 de Enero 2025
Suplementos | Zoológico Guadalajara

Entre animales y largas filas

El próximo 11 de marzo el lugar cumplirá 24 años de ofrecer a los tapatíos una opción recreativa y de aprendizaje

Por: EL INFORMADOR

El Safari Masai Mara del Zoológico Guadalajara tiene a una jirafa que no duda en acercarse al camión que recorre la zona.  /

El Safari Masai Mara del Zoológico Guadalajara tiene a una jirafa que no duda en acercarse al camión que recorre la zona. /

GUADALAJARA, JALISCO (11/FEB/2012).- Desde hace 24 años el Zoológico Guadalajara está ahí, muy cercano a la Barranca de Huentitán, en una superficie de 50 hectáreas con subidas y bajadas al por mayor, lo cual significa para algunos de sus paseantes un cansancio extremo durante el largo recorrido. Los árboles que antes eran unas ramitas incapaces de proteger a los visitantes de los inclementes rayos del Sol, ya son grandes (algunos frondosos) y dan una vista más agradable al espacio, y seguramente también un mejor ambiente a las especies que ahí habitan y que en este día (domingo) no se han dignado a mirar a quienes los observan.

El babuino que descansa sobre la rama de uno de los árboles de Monkey Land, ni siquiera gira un poco la cabeza hacia los visitantes. Su mirada parece perdida, quizá piensa: “¿Por qué se detienen aquí estos primates?”.

El changuito de la jaula (por llamar de alguna forma a ese espacio) contigua juega con un trozo de ¿madera? Un niño lo ha visto y alerta a su madre, entonces quienes antes miraban al babuino pensativo voltean hacia el pequeño activo, hasta que –probablemente– siente la atención de los que están del otro lado del alambrado y entonces deja de hacer lo que antes llamó la atención.

El recorrido continúa. Las nubes subren un poco al Sol, pero no lo suficiente (quizá hoy, como ayer, lo cubran por completo); sin embargo, los osos han preferido quedarse cerca de la fresca pared y tampoco se esfuerzan por dar un espectáculo. El oso polar (a unos pasos de ahí) ni siquiera se inmuta y continúa en su sueño.

Quienes han pagado 85 pesos, en el caso de los adultos (50, por los niños), pueden formarse para entrar al Safari Masai Mara. La fila es en ascenso y tiene una duración aproximada de 40 minutos por no más de 10 que dura el recorrido en el que sólo una jirafa se acerca a saludar a los intrépidos “exploradores”.

A unos pasos está la segunda estación del Tren Panorámico que sólo pueden montar quienes han pagado la tarifa por el atractivo o el Paquete Premier, que incluye éste, el safari y el acuario. Otra vez una fila; la espera puede ser hasta de 25 minutos.

De ahí, en el transporte se pueden ver los leones, búfalos, venados, tigres y cocodrilo, entre otros, a una velocidad moderada, pero sin mucho detenimiento. Si la intención es entrar al herpetario hay que bajar del tren y pedir la compañía del “dios de la paciencia” para hacer una nueva fila.

De regreso a la primera estación, agotados por las esperas y los pasos dados, vale la pena caminar hasta el acuario, donde las mantarrayas entretienen un largo rato a los visitantes, a quienes no les importa mojar su ropa para “acariciarlas”.

Ya dentro del acuario, los pecesillos de colores (grandes, chicos y extremadamente reducidos) entretienen a la gente que se amontona en torno a cada pecera con celular en mano para llevarse un recuerdo a casa.

Con el ánimo hecho añicos, aunque gustoso, el último empujón es hacia los canguros, para después salir del zoológico en calidad de bulto para descansar.

PARA SABER
¿Cuánto cuesta?

* Entrada general: adultos 60 pesos; niños de tres a 11 años, 35 pesos.

PAQUETES

* Tren panorámico: 85 y 60 pesos.

* Safari: 85 y 50 pesos.

* Acuario: 95 y 52 pesos.

* Premiere (todos los atractivos): 145 y 90 pesos.

* Estacionamiento: 60 pesos.

* Comida: hay “islas” con venta de alimentos, botanas y bebidas con precios de 10 a 75 pesos.

Tapatío

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