Martes, 26 de Noviembre 2024
Suplementos | Cada semana, unas 75 personas, acuden en este autobús a la función de lucha libre

En camión rojo hacia la Arena Coliseo

Cada semana, unas 75 personas, acuden en este autobús a la función de lucha libre de los martes

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO (12/MAY/2013).- La Estación Central de Red Pub está ubicada en una de las esquinas de Avenida Hidalgo y Ramos Millán, frente a una preparatoria. Es martes, día en que el autobús rojo de Red Pub, con capacidad para unas 75 personas, saldrá agolpado hacia la Arena Coliseo para que los paseantes disfruten el espectáculo que ofrecerá el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL).

Cuando los boletos para subirse “al rojo” se agotan, los organizadores del recorrido rentan uno foráneo para que los interesados, que llegaron temprano al bar, no se queden sin paladear el recorrido. Hay quien se queja de que no haya espacio en el camión rojo y otros alegan haber reservado sus lugares con anticipación. Uno de los trabajadores explica que esos boletos hay que comprarlos con una semana de anticipación, pues se terminan rápidamente.

El costo por boleto es de 150 pesos. Incluye el recorrido de ida y vuelta, un espacio para disfrutar el espectáculo en la zona de “los ricos”, y una cerveza después de regresar al bar. Los lugares a los que tienen derecho los paseantes están ubicados en el anillo principal que rodea al cuadrilátero, pero en la parte cercana al alambrado que separa las gradas, sitio en el que se aglutinan los “pobres”. Sin embargo, los asientos están alejados de la turbamulta que aprovecha el espectáculo para insultar a cualquier persona.

El boleto más caro, de acuerdo con Ticketmaster, tiene un costo de 165 pesos; el más barato cuesta 66 pesos.

A las 20:30 horas las personas comienzan a subir al camión, estacionado al pie de la Estación Central. Es un camión bar aunque en su interior no se sirve cerveza. Es un camión fiesta en el que los lugares más cotizados están en la parte superior.  Unos lo abordan con manos vacías, gritando, mientras otros se empujan la cerveza que tuvieron que vaciar en un bote de plástico para evitar accidentes: “¡Atascado! ¡Atascado!”, le gritan a uno que se acaba la bebida de un trago.

Por medio de un altavoz, uno de los guardias indica que, por seguridad, está prohibido ponerse de pie cuando el camión dé vuelta.

Durante el recorrido por Hidalgo, Enrique Díaz de León, Niños Héroes, Calzada Independencia y Medrano, los paseantes se cuidan de que las ramas de los árboles no los golpeen. Se quejan cuando Enrique, el chofer, acelera cuando el semáforo se ha puesto en amarillo. Saludan a las personas que desde la banqueta ven impresionadas un camión terraza con personas que parecen disfrutar de una fiesta.

Carmen cumple años y las personas en el camión comienzan a cantarle las mañanitas. Una vez que termina el canto y el camión se acerca a su destino, los ánimos se tiñen del ambiente de la lucha, entonces la güera que camina por la banqueta se convierte rápidamente el Britney Spears; los hombres que cruzan la calle pasan a ser pareja y las mujeres en las esquinas son víctimas de un acoso fugaz: “¡Mamacita! ¡Te acompaño o te persigooo!”

Cuando después de tomar Niños Héroes el chofer dobla en la Calzada Independencia, las personas ya no quieren ir a la Arena Coliseo. Piden a gritos que los lleven al Nuevo Galeón, cuyo letrero brilla en letras púrpura. La petición se extingue con la proximidad de un árbol. Todos se agachan.

Al adentrarse en la Arena Coliseo, pocos ponen atención a lo que sucede en el ring, cuyo enfrentamiento ya había comenzado. Insultos, pechos sudados, golpes en el pecho que suenan como cachetadas, máscaras de colores chillones, gritos de ídolos de tres caídas sin límite de tiempo, cuerpos escudriñados por miles de ojos: “¡Vuelta! ¡Vuelta!”

Ajenos a la reyerta, la atención de los asistentes era absorbida ya sea por el grupo que resaltaba los defectos de una persona por gorda, pobre, por su parecido con Adal Ramones, con Erasmo Catarino, con Julio Preciado, o porque trabaja en Liverpool o se le va el camión. Los martes en la Arena Coliseo los tapatíos se sacuden el estrés insultándose y nunca dejan de recordarse su inexpugnable situación económica.

En el espectáculo de la lucha libre se enfrentan los rudos frente a los técnicos, pero también los pobres frente a los ricos, la fea contra la bonita, el que llegó a pie contra el que estacionó su auto a la vuelta, el que está calvo contra el Kalimba y el asalariado contra el burócrata.

El recorrido de los martes sale a las 20:30 horas de la Estación Central de Red Pub, que abre sus puertas a las 17:00. El regreso es antes de las 23:00 horas y el bar cierra a las 01:00. Se recomienda comprar los boletos para el camión rojo con una semana de anticipación.

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