GUADALAJARA, JALISCO (08/MAY/2017).- El embarazo de alto riesgo comúnmente se presenta en muy jóvenes o bien en mayores a 35 años, no obstante en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) de Ginecoobstetricia del IMSS Jalisco, la media son mujeres incluso a partir de los 30 años, afirmó el experto Miguel Ángel Ruvalcaba Ramírez. El titular de la División de Obstetricia en ese nosocomio, explicó que las mujeres, sobre todo las profesionistas, tienden a postergar su maternidad, hasta después de los 30 años, "no obstante es importante aclarar que en el embarazo de alto riesgo se conjugan diferentes factores de riesgo además de la edad". Precisó que los factores de riesgo que detonan que un embarazo sea de alto riesgo van desde cargas genéticas para el desarrollo de alteraciones de la glucosa o renales, enfermedades autoinmunes como lupus, metabólicas como el hipotiroidismo, alteraciones hipertensivas, cáncer o una infección urinaria que aparentemente es inofensiva o pueda pasar inadvertida por la paciente gestante. Destacó que en la UMAE de Ginecoobstetricia, muchas de las pacientes atendidas desarrollan un embarazo de alto riesgo. Detalló que las patologías más frecuentes por las que son referidas de sus Unidades de Medicina Familiar (UMF) u Hospital a esta Unidad de tercer nivel de atención, son los trastornos hipertensivos, seguidos por alteraciones endocrinológicas y por anomalías placentarias como el acretismo, ocasionado por la práctica de cesáreas previas. Subrayó que el Hospital de Gineco obstetricia ha desarrollado estrategias que permiten que las pacientes con embarazo de alto riesgo se apeguen a los tratamientos y recomendaciones de los médicos tratantes y con ello disminuir las posibilidades de complicaciones durante el parto. Indicó que con el fin de que las parejas con embarazos de alto riesgo conozcan previamente la infraestructura con la que cuenta el hospital, se realizan recorridos o tours por las diferentes áreas en las que previo, durante y después del parto se atenderá a la paciente gestante el día del nacimiento de su bebé. Resaltó que de manera piloto se implementa el curso taller Aprendiendo a nacer, en el cual se disipan las dudas de la mujer embarazada y su pareja respecto a tópicos como los cuidados durante y después de la gestación, medidas higiénico dietéticas y lactancia materna. "Con ello van entendiendo los cambios que se van a producir en el embarazo, además de generar apego a los tratamientos que deben seguir y a las modificaciones en su dieta y ejercicio, porque el embarazo de alto riesgo implica más cuidados que uno normal", afirmó. Señaló que con estos cursos "queremos romper paradigmas como el hecho de que la mujer con embarazo de alto riesgo no puede tener parto vaginal, lo cual es un mito, o que por el hecho de haber tenido una cesárea, su siguiente embarazo debe culminar de la misma manera". Comentó que excepto en los casos en que las mujeres tienen un complicación seria que ocasiona un nacimiento prematuro o bien por cuestiones anatómicas complejas, es inminente el hecho de priorizar una intervención por vía cesárea. Explicó que en 2016 se registraron en la UMAE de Ginecoobstetricia un total de tres mil 424 nacimientos, "con el fin de tener un mayor control del embarazo, lo ideal es que la mujer acuda con su médico familiar al momento de saberse en esta condición, con base en un cese de la menstruación y a la práctica de alguna prueba para confirmarlo". "A partir de ese momento se recomienda que la paciente acuda por lo menos siete citas de control en su UMF a lo largo de su periodo de gestación, no obstante si en alguna de estas visitas al médico familiar se detecta alguna condición de riesgo se procede a la contra referencia de la paciente a una Unidad Médica en donde pueda ser manejado un embarazo de riesgo", concluyó.
