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El sueño restaurantero de Federico Díaz de León

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Por: EL INFORMADOR

Federico Díaz de León, se encuentra satisfecho con la vida.A.CAMACHO  /

Federico Díaz de León, se encuentra satisfecho con la vida.A.CAMACHO /

GUADALAJARA, JALISCO (14/AGO/2010).- Una sonrisa y una mano franca dan la bienvenida a la entrevista, ahí está sencillo y sonriente, muy al pendiente de lo que ocurre en el restaurante, Federico Díaz de León Marino, propietario y fundador de La Tequila.

Ser restaurantero es una profesión que requiere esencia de héroe, madera de triunfador, buen gusto, gran actitud de servicio y dotes de administrador, todo esto con una enorme dosis de disciplina y son éstas, algunas de las cualidades que distinguen a Federico quien siempre está atento a lo que sucede en su restaurante.

La historia de su vida está llena de matices, nos retrata a un hombre de lucha, un caballero fuerte que no se ha dejado vencer por la adversidad y que no obstante tiene el valor para perseguir sus sueños e impulsar a otros a que lo hagan.

Se muestra satisfecho cuando empieza a contar sus inicios en aquel lugar campestre de avenida La Calma llamado Los Magueyes: “Mi primera incursión en el medio gastronómico fue hace 34 años, abrí un restaurante campestre con más de tres mil metros en donde había un pequeño zoológico, la especialidad del lugar era la barbacoa de hoyo con pencas de maguey”.  La aventura había durado tres años y la vida le tenía preparadas otras sorpresas.

Entra a Grupo Anderson, y se va a la ciudad de Puebla al Charles China Poblana. Una situación familiar lo hizo regresar a Guadalajara; no tiene miedo de mostrar sus emociones “mi esposa iba embarazada de unas gemelitas que no se nos lograron, nos etristecimos mucho y decidimos regresar y no continuar con esa aventura”.

El sueño de formar su propio restaurante seguía ahí, esperando a que llegara el momento perfecto para hacerse realidad.
En 1994 arrancó un gran proyecto, La Destilería, que además de ser un restaurante sería un museo del tequila, para lo cual contaron con el apoyo de los tequileros, historiadores y restauradores del Museo Regional de la ciudad .
 
 “La Destilería estuvo nueve años en servicio, hace seis terminó mi contrato de franquicia y nace La Tequila”. Hace seis años La Tequila se instala en el antiguo espacio que ocupaba La Destilería, con un concepto renovado. “La Tequila nos ha traído cantidad de satisfacciones. El nombre no lo propuso Jorge Esposari -amigo querido-  y fue precisamente porque la palabra tequila al terminar con ‘a’ es femenina y la bebida era la tequila, al cabo del tiempo por ser un destilado se pronunció en masculino”.

Entonces vino una oleada que aparentemente era una mala noticia, pues tenían que cambiar de casa el restaurante, por lo que en una oportunidad se arriesgó con el cambio, entonces lo que parecía malo fue mucho mejor “Hemos incrementados nuestras visitas en un 45%, el edificio es mucho más bonito, bien dice el dicho: ‘No hay mal que por bien no venga’ y lo que fue para nosotros un momento de estrés por la necesidad de dejar ese edificio que nos había costado tanto dinero y tanto tiempo vino a coronarse con un premio enorme que es este edificio, el cual está en renovaciones constantes”.

Su familia es prioridad, su esposa Montserrat se encarga de llevar la administración, sus hijos Federico e Iñaki de 28 y de 26 años respectivamente, son los arquitectos que modifican el espacio, ahora con áreas verdes y un espacio para fumadores que es amigable. “Entre los cuatro hemos creado el proyecto, el diseño de La Tequila”

Federico ha sido galardonado por su labor como restaurantero por el Consejo de Cámaras Industriales del Estado de Jalisco, y el restaurante cuenta con cuatro distintivos que respaldan la calidad de alimentos, bebidas y servicios.

Entre sus hobbies se colocan las diferentes actividades que realiza con su esposa, como hacer ejercicio o viajar a la playa, pero no a cualquier playa, él quiere dividirse entre Guadalajara y San Pancho, ya comenzó a acariciar un nuevo sueño, en el que participan todos los miembros de su familia.

Estamos viviendo el mes de aniversario de un restaurante de tradición en Guadalajara y hay que estar pendientes de la celebración, de la cual todos somos parte.

Por cierto, Federico no es tapatío de nacimiento, pero ha sabido cautivar a los paladares locales y exponer cultura y tradiciones de Jalisco como un orgulloso oriundo de Guadalajara.

“Desarrollamos este concepto en Guadalajara porque tenía que hacerse aquí”. Federico Díaz de León, restaurantero

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