El lago Titicaca

GUADALAJARA, JALISCO (14/JUN/2015).- Este enorme lago allá en las alturas de Los Andes en América del Sur, dividido entre Perú y Bolivia, es el lago navegable más alto del mundo: tres mil 812 metros de altura sobre el nivel del mar.

Es también uno de los más grandes del mundo: con sus ocho mil 562 Km2  (mil 125 Km. de largo y 65 de ancho) ocupa el 18º lugar en extensión; es decir unas ocho veces más grande que nuestro fluctuante Lago de Chapala que tan solo mide aproximadamente mil 100 km2. (60 Km. de largo x 20 de ancho y unos 10 m. de profundidad promedio) ocupa un lejano 127º lugar mundial.

Es igualmente notable la profundidad del Titicaca; ya que en promedio tiene unos 107 metros; alcanzando en algunos casos hasta los 300 metros. Además, como el fondo del lago proviene de rocas que hace millones de años emergieron del mar, la claridad del agua es impresionante. Esto aunado a la intensidad y brillantez de la luz que hay en esas alturas, los vivos colores azules que cambian de tonalidades con el paso de las nubes no se hacen esperar. Los paisajes en aquellos horizontes que parecen infinitos son, confieso, tan difíciles de fotografiar que habrá que conformarse con retenerlos en la mente entre los recuerdos bellos de nuestro viaje.

El enorme lago, con su temperatura de 13º en promedio durante todo el año, puede variar ligeramente durante el “verano” de allá (diciembre a marzo) que es cuando suceden las tormentas y vendavales que tienden a hacer peligrosa la navegación en la parte grande del lago a la que le llaman Chucuito; que con “tan solo” 6 mil cuatrocientos kilómetros de superficie y casi 300 metros de profundidad, se encuentra separado por una gran península de su hermano menor llamado Huiñamarca, que “tan solo” mide dos mil kilómetros cuadrados y “solamente” tiene unos 45 metros de profundidad. O sea que el par de hermanos acaban por formar un bellísimo y enorme lago “endorreico” (que no lo surte ningún río importante, sino que se alimenta de las aguas de su misma cuenca) que se encuentra rodeado de belleza, por allá trepado en las altas cumbres de Los Andes.

Como el lago está dividido políticamente (tonterías de los humanos) entre el Perú con cuatro mil 700 km., y Bolivia con tres mil 700 km., los albures, ya saben, nunca faltan… Dicen los peruanos que del Titicaca ellos tienen el Titi… y lo demás se lo dejan a Bolivia.

Yo por de pronto me traje dos piedritas cabalísticas que fueron recogidas de ambos territorios. Lógicamente a una de ellas la bauticé como Titi, y a la otra como Caca. Pero debo de aclarar que las dos están muy bellas, y fueron colocadas en un estratégico lugar en mi escritorio: ambas me traen tan buenos recuerdos que muy bien viene al caso aquel famoso lema que dice que “Tanto monta, monta tanto”: es decir que tanto vale una cosa (o una persona) como la otra, independientemente de su origen, procedencia o clase social.

Y así como, tanto Bolivia como Perú tienen el privilegio de tener uno de los lagos más hermosos del mundo, nosotros también tenemos la dicha de poder disfrutarlo “en paz” tanto en un lado como en el otro.

Pero… como el humor es lo que siempre debe prevalecer en nuestras vidas… muy curioso es hacer notar que el hermoso Lago Titicaca… ¡irónicamente descarga sus aguas en el lago Poopó…!

Cierto, ciertísimo…! Lo pueden comprobar en los mapas y cartas geográficas…!

Ni modo. Así es la vida…
¡Que la pasen bien…!