CIUDAD DE MÉXICO (13/JUN/2017).- La participación de las personas en la donación de sangre ha aumentado en las instituciones del sector salud, al llegar a casi 11 por ciento, como resultado de las diferentes estrategias para fomentar esta cultura. La directora general del Centro Nacional de la Transfusión Sanguínea (CNTS), Julieta Rojo Medina, detalló que la media nacional de donación altruista es de 3.8 por ciento, pero los estados de Chihuahua y San Luis Potosí alcanzan hasta 50 por ciento. Comentó que la Secretaría de Salud es la encargada de desarrollar y poner en funcionamiento estrategias para impulsar este tipo de donación, de incentivar a los usuarios a que formen parte del esquema y revertir el actual sistema de reposición. Señaló que el CNTS cuenta con un programa de campañas de colecta externa durante las visitas realizadas a universidades, empresas y embajadas, entre otras, a fin de captar un mayor número de donadores. Informó, además, que cuenta con abasto suficiente para cubrir las épocas del año donde más se requiere de sangre, como ocurre en las fiestas decembrinas, vacaciones de Semana Santa y de verano. La especialista puntualizó que una persona sana puede donar hasta cinco veces al año, con lo cual podría salvar 15 vidas, y refirió que la extracción de sangre es segura porque es realizada con base en los lineamientos de la Norma Oficial Mexicana, para la disposición de sangre humana y sus componentes con fines terapéuticos. En el marco del Día Mundial del Donante de Sangre, expuso que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el 14 de junio para la conmemoración, la cual busca reconocer la invaluable contribución de los donadores voluntarios que, con su altruismo, impactan en la salud de la población. Con el lema ¿Qué puedes hacer?, Donar sangre. Donar ahora. Donar a menudo, la organización internacional señala este año la importancia de la función que cada uno puede desempeñar para ayudar a otras personas en situación de emergencia. Dicha campaña resalta lo fundamental que es donar sangre de forma periódica y, con ello, contar con una reserva suficiente antes de que se presente la necesidad. Datos de la OMS muestran que cada año millones de personas están en peligro de perder la vida y su salud, ante situaciones de urgencia en el mundo. Sólo los desastres han provocado más de un millón de víctimas mortales en la última década y las personas afectadas anualmente por emergencias superan los 250 millones.