Dirio de un snob

GUADALAJARA, JALISCO (02/MAY/2010).- Y bien Querido Diario, antier se celebró el tan mentado "Día del Niño" cuyo día se debió haber institucionalizado muy seguramente allá por los años 30´s del pasado siglo XX, década en la cual se "inventaron" también el "Día de la Madre", “Día del Padre”, etc. con fines más comerciales que otra cosa, empero, en nuestro país desde tiempos inmemoriales a los pequeñines se les ha venido dando un verdadero trato "Real" de Realeza. Las deliciosas crónicas que escribiera en el siglo XIX la marquesa CALDERÓN DE LA BARCA nos señala sorprendida que era inaudito el gasto y arreglo que habitualmente llevaban un día cualquiera no sólo las “catrinas” mamás del México de aquella época, sino el de los niños también a quienes solían vestir de manera idéntica a sus padres, mandándoles hacer réplicas(en el caso de las niñas) de costosos vestidos y alhajas los de sus madres y en el de los niños, trajecitos y juguetes ad-hoc a la carrera y vestimenta que portaba el padre, en la mayoría de las veces militar o bien abogado. Estos personajes en miniatura, tan maravillosamente retratados para la posteridad por pintores de la talla de JOSÉ MARÍA ESTRADA o HERMENEGILDO BUSTOS recibían (como reciben hoy) auténtico trato de príncipes o herederos de la Corona.

Los años pasan pero hay cosas que nunca cambian y en nuestro país ya no digamos en Guadalajara, los “peques” son la alegría de la casa y el gozo y deleite de sus papás, nanas y abuelos.

Aquí y a manera de homenaje a los niños de ayer y abuelos de hoy, de nuestro álbum de recuerdos extraemos una selección de personajes muy conocidos y que en los 30´s y principios de los 40´s eran unas adorables criaturas...¿lo seguirán siendo hoy? ¡Sin duda! entonces ¿más inocentes que en la actualidad? tal vez sí, tal vez no, simplemente todo era "igualito pero diferente" como tan sabiamente dice la gente del "pueblo" para hacer notar que a fin de cuentas casi nada ha cambiado, salvo los juguetes o las formas de jugar de la época a que hacemos mención. Extraemos estas fotografías en su mayoría captadas por BAUER entonces el fotógrafo elegante de Guadalajara y de su cerrada y exclusiva sociedad.

Escuchaban a CRI CRI, el famoso GRILLITO CANTOR en la radio y por la XEW en aquellos enormes aparatos de bulbos, antes de meterse a la cama, previa bendición de los padres y nanas.  El balero, la resortera, las canicas o los sofisticados trenecitos que llegaban de Europa, eran los juguetes de los niños de todas las clases sociales; y para las niñas, las muñecas, la cuerda de brincar o la matatena. Después vendrían las casitas y los juegos de té.

Un cine existió muchos años atrás en Guadalajara exclusivo para niños, el famoso MICROCINE, adelantándose a la era de los cines en miniatura. Otro más el famoso, REFORMA, pero los auténticos estrenos colosales de las películas de WALT DISNEY se llevaban a cabo en las enormes salas de Teatros como el ROXY, el VARIEDADES o el COLÓN.

¿Quiénes de los papás de los papás de los niños de hoy se acordarán de las premieres de BLANCA NIEVES Y LOS 7 ENANOS o del famosísimo MAGO DE OZ? o aquella fabulosa cinta debida al genio ALEXADER KORDA, la inolvidable EL LADRÓN DE BAGDAD en unos fabulosos colores y con unas técnicas nunca antes vistas de donde surgiera el actor SABU. Y cómo olvidar la serie de filmes de vaqueros de TOM MIX o las futuristas de FLASH GORDON, las "Rondas" infantiles se oían prácticamente todas las tardes en todas las casas de los cuatro puntos cardinales de la ciudad, sin que existiese aún la televisión, los “peques” salían a la calle o en sus jardines y patios a jugar y cantar precisamente "El Patio de mi Casa" o "Mambru", Doña Blanca o A la Víbora de la Mar, y por supuesto todo el repertorio del mundo mágico que creara a su alrededor el celebre CRI CRI. Canciones, éstas que aún por suerte seguimos escuchando entre los enanos de hoy.
¿Más inocentes antes que hoy? con todo y computadoras y juegos virtuales, los chiquitines se siguen divirtiendo más con el más simple de los juguetes que con uno de gran sofisticación.