Diario de un snob

GUADALAJARA, JALISCO (13/FEB/2011).- Y bien querido diario, una vez más viajé de “pisa y corre”  a la Ciudad de México, gran capital por donde lo queramos ver y que como dice un buen amigo: "Dios está en todas partes, pero recibe y da citas en el D.F.", y ante esto, ¿qué se puede hacer? Nuestra Guadalajara es ya toda una urbe, una metrópoli en muchos sentidos pero... pero ¿y qué hacemos con los “Apatíos”?, que nos caracterizamos por tener una doble moral que bien  pareciera que aquí se inventó esta especie de “malhadada” actitud... por no citar la envidia, el chismorreo, la difamación y habladurías. En fin, nada nuevo bajo el Sol, tomando en cuenta que de los mismos males se quejaban los notables en el siglo XIX, así que ¿qué podemos esperar al día de hoy? Entre tanto, cada vuelta a la Ciudad de México nos acarrea una suerte de emociones encontradas; por un lado, la desinteresada amistad con que nos han venido distinguiendo notabilísimos personajes de aquella ciudad y por otro, la lealtad y cariño que le tenemos a una Guadalajara que a ratos ya desconocemos como la clara ciudad en la que crecimos y nos educamos... lo que en Francia llamarían la ¡¡“Educación Sentimental”!! Entre el ritual que solemos realizar, está claro una o varias visitas al Centro Histórico, corazón de un país que aún es sede de tradicionales sitios que son los que le dan color y alma, como si el tiempo no hubiese pasado... cito algunos de mis favoritos: “La Casa de la Pluma”, que desde 1929 se dedica de vender y reparar las más bellas plumas y estilográficas para escribir, además de contar con una selección de “soldaditos de plomo”, de esos de colección. Cuadras más adelante la tradicional “Antigua Dulcería de Celaya”, con la selección a la venta y por kilo de postres más maravillosa que aquí sólo podemos encontrar en los fogones de las casas de abolengo; la pequeña y exclusiva casa “Artículos Ingleses”, una tienda muy similar a lo que fue la extinta “Casa Araiza” aquí en Guadalajara y que allá ha podido seguir abierta al público con amplia gama de exquisitas fragancias, aguas de colonia, cepillos ingleses “Kent”, agujetas de piel, corbatas, sombreros, gorras de fieltro, cortes de casimir, pañuelos de seda, estuches de finísimos jabones, brochas y artilugios para un perfecto afeitado, hormas para calzado en madera aromatizada, en marcas que suenan tal vez desconocidas para la mayoría de los muy jóvenes lectores, pero que son y siguen siendo sinónimo de calidad y elegancia; cito marcas como: “Aqua de Siena”, “Aux Laines Escossaises”, “Swaine Adeney”, “Garrard”, “Dunhill” y muchas más que se remontan a los tiempos de los abuelos, pero que siguen tan vigentes como cuando arrancaron en el siglo XIX. De ahí infaltable un tequila y una comida al mediodía en “La Ópera”, la cantina y restaurante más legendaria de México, antes de seguir a la célebre “Librería Madero”, en donde como en ningún sitio es posible encontrar los más bellos y raros libros sobre Historia de México en general; inmediatamente después en la plazuela de Guardiola, en la hoy peatonal calle de Madero y antigua de Plateros, mera esquina con el Callejón de la Condesa y frente al tradicional “Sanborns de los Azulejos”, una parada obligada con nuestro lustrabotas o bolero, quien como nadie sabe los secretos de limpiar y lustrar un buen calzado de origen inglés, frotando, limpiando y transformando cual alquimista un par de zapatos, aunque de buena factura, un poco ya gastados. Y después, de ahí proseguir a la “Librería de Bellas Artes”, donde también es posible encontrar bellos volúmenes de arte en el colosal inmueble del mismo nombre, obra de Adamo Boari, arquitecto que diseñó aquí en Guadalajara nuestro Templo Expiatorio... y, para finalizar, un café reparador en la terraza de lo que por años conocimos como el Edificio Nieto, el primer rascacielos de la capital en un denotado y exquisito estilo Art Deco, y que alojara por más de medio siglo la firma “Regalos Nieto”... así, hoy convertido en un almacén americano en su extraordinaria terraza se montó un café que ve a La Alameda y como primer plano la inmensa mole del Palacio de Bellas Artes, el antiguo Club de Banqueros de Plaza Guardiola y a mano extrema derecha la aún vigente Torre Latinoamericana, signo inequívoco de que un edificio que fue muy moderno en 1955, lo sigue siendo hoy!! Hasta los edificios envejecen bien, unos cuantos y otros hay (la mayoría) que envejecen muy mal!! La célebre “Latino” pertenece –obviamente– al primer grupo... y entonces como hoy es un punto de referencia del modernísimo y de una ciudad del calibre de la capital... entre los amigos que nos fue posible ver y saludar, destaca Mauricio Balcarcel, estrenando un muy bonito y exquisito departamento en Colonia Condesa, con una vista sensacional sobre buena parte de la ciudad y exquisita cena en casa del más notable y ameno de los cronistas e historiadores que ha dado México en los últimos 40 años, el prolífico autor de más de 40 títulos –hoy rarezas bibliográficas– Guillermo Tovar de Teresa, con quien siempre las sobremesas se convierten en estupendas conversaciones sólo superadas por aquellas veladas que organizaba años atrás Lola Tovar y Villagordoa De Loaeza (de muy feliz memoria), en su casa de Colonia Cuauhtémoc.

Y para finalizar, imposible omitir la cena de manteles largos organizada por Macarena Gutiérrez en su “townhouse” de la Colonia Roma, en honor de la periodista española Cyra Toledo y este Duque... conformando en perfecta mezcla un informal grupo de amigos que incluyó a Lorenzo Lazo Margain con su esposa Edith Hernández... Santiago Rosal y su pareja de la noche Mónica   Lozano... Raquel Saldarriaga ex de Van Belle con Walter Brod... una muy guapa Cleo Recordatti estrenando galán, Alfonso de Bustos, duque de Huete (duque de a de veras) acompañado por la encantadora Elena Sainz... Alexandre Lemaire y su mujer Aurelie De Haut-Signy... el hotelero Rafael Micha, y algunos más, hasta conformar 16 a la mesa... una mesa impecable con la plata, cristalería y vajillas de familia; flores estupendas de Becky Alazraki para nosotros y muchos más, simplemente la “número uno”... el menú perfecto y la más agradable compañía... de ahí, casi, casi a hacer maletas, pues volvíamos ya a Tapatilandia, no sin antes dar el pésame de rigueur a Adrián Burns por el fallecimiento de su padre y realizar algunos pendientes de último minuto... como una visita a Trouve,, la exquisita tienda de muebles "vintage" de Xavier Carral con mobiliario de firma como Pani y Block... una rápida y exquisita comida con el propio Carral y con el antiquaire Pedro Olivares en “Broka”, un bistro extraordinario con un menú fijo en las calles de Zacatecas, en la renovada Colonia Roma, en donde comimos como pocas veces lo hemos hecho de tan perfectos los platos, así como su servicio..!! (Este artículo se dedica muy especialmente a nuestros amigos Ana Lucía y Gerardo!!).