De picnic en el volcán

GUADALAJARA, JALISCO (18/AGO/2013).- Pareciera ser un chiste el decir que para descansar hay que irse a meter al volcán. En la ciudad de Toluca esta actividad es uno de los principales mandatos para los paseantes que desean alejarse del ajetreo urbano y optan por adentrarse en la serenidad de la Naturaleza.

No se trata de cualquier paisaje, sino de uno que está a más de cuatro mil metros sobre el nivel del mar, al roce de las puertas del cielo mexicano. El volcán Xinantécat, mejor conocido como Nevado de Toluca, es una de las formaciones rocosas de mayor altura e importancia en México, además de ser uno de los sitios turísticos con altos índices de visita por quienes buscan la mezcla de ecosistemas: aquí hay desde fangos, arenas, y por supuesto, nieve, cuando el invierno comienza.

El Estado de México alberga este coloso que dormita entre los valles de Toluca y Tenango. Tal es la diversidad de flora del volcán, que actualmente sus cercanías son protegidas bajo el formato de Parque Nacional (desde 1936), en donde se han establecido rutas de paseo y deporte, así como zonas para acampar y organizar un “día de campo”, ya sea en las faldas de la creciente montaña o en las planicies.

El Nevado de Toluca es internacionalmente conocido por dos características que lo hacen un volcán único: se puede llegar a su cráter a través de una carretera que conecta  hasta sus entrañas, así como muy cerca de su corazón donde se despliegan dos azuladas lagunas que rompen con la rústico de su suelo. Se trata de las lagunas del Sol y la Luna.

Es justamente gracias a estos ojos de agua que el Nevado de Toluca es un centro de reunión familiar, además de ser un pasaje histórico, pues según investigaciones arqueológicas, estos mantos acuíferos fueron escenarios sagrados para las antiguas civilizaciones prehispánicas que habitaron el Estado de México.

Oasis friolento

A pesar de que el Nevado de Toluca es bañado por la calidez solar —aunque este nublado—  el clima que predomina en el volcán es frío, por lo que el visitante siempre tendrá que acudir a su exploración con prendas abrigadoras, pero que le permitan la movilidad suficiente para realizar actividades de mayor exigencia física, como montar en bicicleta, cabalgar, e incluso escalar o hacer rappel.

El Parque Nacional Nevado de Toluca cuenta con un área de 51 mil hectáreas, con nutridos senderos donde predominan los pinos, cedros y abetos; arbolado que acoge especies (tlacuaches, coyotes, reptiles, ardillas y conejos, entre otros), y que poco a poco van conectándose con pintorescas elevaciones como los picos de El Águila y El Capitán, los cuales están frente al lago de El Sol, mismo que tiene una profundidad que supera los 100 metros, lo que permite crear un efecto cristalino entre sus aguas verdosas, muy contrarias a los azulados líquidos que descansan en la laguna de La Luna.

En estos oasis es posible practicar buceo o pesca profesional, siempre y cuando se solicite con tiempo de anticipación un permiso oficial a las autoridades del Parque Nacional.

Durante el invierno el Nevado de Toluca florece, y no precisamente con verde vegetación, sino por el contrario, la gran mayoría de su área se viste de gala con delicadas capas de nieve pura, con suficientes cantidades para divertirse haciendo figuras.

Aunque existen visitas guiadas, también está la posibilidad de realizar recorridos independientes, pero lo más recomendable es el acudir en grupo y avisar a los guardabosques que se emprenderá un recorrido para que estén atentos a cualquier incidente, ya que durante el temporal invernal, algunas capas de hielo comienzan a desprenderse.

Otra de las atracciones en la inmediaciones del Nevado de Toluca es el Parque Los Venados, que se localiza en las faldas del volcán. En este espacio pueden realizarse paseos campestres que bien pueden abarcar un par de horas; si lo que desea es emprender una ligera caminata o aventurarse a la escalada, en esta zona existen conductos que llevan directamente a a los también miradores de El Fraile y el Pico del Águila.

En esta región comienza a desplegarse el área de albergues y cabañas para quienes desean trasnochar en las faldas del Nevado de Toluca. Aquí se ofrece hospedaje con servicios completos, desde la renta de literas, estufas, salones con chimenea y venta de alimentos.