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Cuida lo que ''mensajeas''

La popularización del sexting puede provocar problemas, al enviar información sin controlarla

Por: EL INFORMADOR

SEXTING. Es práctica de intercambio de información con contenido sexual, ya sea en texto o imágenes.  /

SEXTING. Es práctica de intercambio de información con contenido sexual, ya sea en texto o imágenes. /

GUADALAJARA, JALISCO (16/SEP/2012).- Curiosidad, juego, diversión, coqueteo, sensualidad, amor virtual, ciber sexo y peligro, se convierten en el campo semántico del sexting, práctica que consiste en el intercambio de información con contenido sexual, ya sea en texto o imágenes, a través de cualquier medio que se conciba dentro de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs).

Aunque en México no hay cifras oficiales, la Asociación por la Seguridad de la Información (ASI) reveló que casi el 8 % de los estudiantes de cuarto grado de primaria hasta tercero de secundaria, reconocen haber enviado imágenes suyas desnudos o semidesnudos a conocidos o extraños.

De igual modo, el 36.7 % de estos niños dijo conocer a alguien que ha enviado o reenviado imágenes de ese tipo, mientras que el 10.2 % reconoció enviar mensajes vía email o SMS con insinuaciones sexuales (sexting textual).

Sin embargo, las implicaciones rebasan las cifras, porque el verdadero problema no se encuentra en el intercambio de información, sino en el destino y uso que se hace de ella.

Julio Téllez, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), asegura que no se trata de “satanizar” el erotismo y la sexualidad, “pero en el momento que nuestras fotos y datos se suben a la red, dejamos de tener control de lo que se pueda hacer con ellas; ya que pueden ser difundidas sin permiso o, incluso, ser objeto de chantaje”.

Las ‘apps’ predilectas

El uso de smartphones y sus aplicaciones, la popularización de las redes sociales y el gusto por compartir información a través de estos medios, acarrea múltiples beneficios. Sin embargo, en el balance no todo es positivo; a la orilla de la senda del avance tecnológico, se encuentra la privacidad y la seguridad de los usuarios.

Para el ingeniero Rubén Aquino, subdirector de Seguridad de la Dirección General de Cómputo y Tecnología de la UNAM, resulta prácticamente imposible verificar el destino del contenido que está en la Red, “ya que a la persona que se dirige el mensaje puede difundirlo por error y en las redes sociales hay contactos que no conocemos y hacer mal uso de esa información”.

El sexting se cataloga como tal desde el año 2005, cuando se comenzó a identificar el envío de mensajes sexuales. De acuerdo con el ingeniero Aquino, este fenómeno encuentra su auge a partir de la proliferación de aplicaciones que permiten el intercambio de contenido gratuito, como son Viber o WhatsApp, así como la mensajería de texto tradicional gratuita, además de la disponibilidad de redes abiertas.

“Anteriormente, el hecho de enviar una foto a nuestros contactos implicaba un costo. Ahora resulta gratuito, por lo que es más fácil que la información fluya sin ninguna restricción entre los usuarios, quienes ya no se detienen a reflexionar a qué tipo de persona envían los datos y si realmente valdría la pena el gasto”, señala el experto.

Aunado a esto, existe la oferta de redes abiertas con las que cuenta el usuario, “y sobre todo los adolescentes, que siempre las agregan a sus listas y las utilizan sin considerar que implican un mayor riesgo para su privacidad. Al ser un sistema de libre tránsito, cualquier persona puede acceder a la información que viaja a través de ella”, afirma al ingeniero.

Ir a la segura


En el ámbito legal no existe una legislación que castigue al tráfico de imágenes o mensajes con contenido sexual, sin el consentimiento de las personas afectadas, por lo que no es una práctica recomendable.

Sin embargo, resulta difícil que extinguir el Sexting, y aunque es decisión de cada persona realizarlo o no, puede ejercerse de manera responsable ente adultos.

El envío de cualquier expresión de cariño o pasión no deben ser “satanizado”, se trata de los valores de cada persona y no debemos caer en los extremos de censura o discriminación.

Si a pesar de los consejos por evitar estas conductas se decide ingresar al mundo del intercambio de datos con contenido sexual, el ingeniero Rubén Aquino señala que los usuarios deben verificar que las redes a través de las que se comunican cuenten con un protocolo de seguridad: “Hay algunas aplicaciones o redes en donde la información va cifrada, es decir mis contenidos estarán seguros desde mi celular hasta el servidor”.

Ésta es una herramienta opcional y se puede configurar desde la barra de herramientas, dependiendo de los servicio que ofrezca cada aplicación o red social.

“Se conoce como conexión segura o SSL y se puede identificar en la barra de direcciones, ya que los sitios que cifran la información comienzan con https://”, señala.

EL DATO


Un fenómeno en crecimiento

- El término “sexting” es un acrónimo derivado de los anglicismos “sex”, de sexual, y “texting”, refiriéndose al envío de mensajes. Se entiende dicha conducta como el envío de mensajes de connotación sexual o erótica explícitos a través de cualquier medio de comunicación.

- Aplicaciones como WhatsApp o Viber incrementan esta práctica al permitir el envío gratuito de datos

- 8% de los estudiantes de cuarto grado de primaria hasta tercero de secundaria reconocen haber enviado imágenes suyas desnudos o semidesnudos a conocidos o extraños

- 36.7 % de estos niños dijo conocer a alguien que ha enviado o reenviado imágenes de ese tipo

- 10.2 % reconoció haber enviado mensajes de e-mail o SMS con insinuaciones sexuales.

Fuente: ASI e IIJ UNAM

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