Cuento tedioso

GUADALAJARA, JALISCO (03/JUN/2012).- Roth Films la compañía que confeccionó Blancanieves y el cazador, es la misma que hace dos años acometió Alicia en el país de las maravillas de Tim Burton, y que ya promete tener lista para 2013 su versión del mago de Oz, y para el 2014: Maléfica, una variante de La bella durmiente. Todas con una inclinación semejante, colocar como eje del relato y con mayor atractivo a las villanas de los cuentos.  Suena a revolución copernicana, pero en realidad es una bochornosa reingeniería de negocios. Los resultados muestran hasta ahora una espléndida colección de cromos sin mucha sustancia narrativa.

Como suele suceder con esta clase de películas que quieren extender el tiempo más de la cuenta para abarcar épocas indefinidas en un promedio de 120 minutos, lo que abre es una condensación en la que mediante una voz y pocas imágenes se reseñan hechos cruciales que forman parte del pasado de los personajes. Entre las cosas bonitas de esa parte están la visión de los paisajes nevados alrededor del castillo y la de un gigantesco rosal en el que, a pesar del invierno, florece una rosa roja. El director se delita con la fotogenia del contraste entre lo blanco y lo colorado no sólo de la flor, sino también de la sangre, pone atención, por ejemplo, a que tres gotitas caigan con mucha delicadeza sobre un suelo níveo. Y por supuesto, desea dejar claro desde el principio la relación de color que hay entre esos elementos y la proverbial manzana del cuento.

La participación de los efectos especiales se intensifica en los siguientes momentos con la llegada de un misterioso ejército integrado por soldados que, cuando los golpean, se quiebran en miles de pedazos de cristal oscuro. Así aparece la perversa y hermosa Ravenna, una hechicera que no tarda en despachar al rey, apoderarse del feudo y encerrar a la pequeña Blancanieves en una torre del castillo durante 20 años, por culpa de un espejo que no luce muy bruñido, pero que prodiga unas manifestaciones líquidas y metálicas muy sorprendentes.

Luego de ese tiempo, Blancanieves luce la ceja delineada, la acción del lápiz labial y unas cuantas  manchas de lodo en el rostro, señales claras, todas, de que ha permanecido en una sucia mazmorra. Al escapar su ropaje demuestra las posibilidades de guardarropa que ofrece una celda vacía. Salta al mar con un vestido de largos faldones, la faena provocaría que naturalmente la falda volara y se mostraran sus piernas y la ropa interior, sólo que, como se trata de una película con tema para niños, el productor y el director le suministraron estratégicamente pantalón y botas; que más tarde también le sirven para soportar las inclemencias del camino.

Tras encontrarse con el consabido grupo de enanos, morder la manzana, tomar por asalto el castillo, y vencer a su oponente, cosas que todo el mundo conoce sobre la historia, el director termina su obra mostrando a la joven reina pasmada ante sus súbditos. ¡Tremenda novedad!

Toma nota
Ficha técnica

Blancanieves y el cazador (Snow white and the huntsman, EUA, 2012). Dirección: Rupert Sanders. Guión: Evan Daugherty, John Lee Hancock, Hossein Amini. Actuación: Kristen Stewart, Charlize Theron, Chris Hemsworth.