Suplementos | El desapego significa liberación de los deseos desordenados de posesión ¿Cuál es la mejor religión? El desapego significa liberación de los deseos desordenados de posesión Por: EL INFORMADOR 3 de septiembre de 2011 - 12:38 hs Ha llegado a mi correo electrónico un mensaje en cadena en el que, por medio de una presentación en Power Point, se da a conocer un diálogo que el teólogo ex-fraile franciscano Leonardo Boff sostuvo con el Dalai Lama. Tal diálogo giró alrededor de la pregunta hecha por Boff: “¿Cuál es la mejor religión?”. Y el comentario de quien me lo envió, es el mismo de muchas personas a quienes les pedí su opinión al respecto: “es una maravilla; ojalá que todos le hiciéramos caso (al Dalai Lama)”.Ante estos comentarios me parece importante analizar la respuesta del Dalai Lama: “La que se acerca más a Dios, al Infinito; la que te hace mejor”; y lo que te hace mejor es: “Aquello que te hace ser más compasivo, más sensible, más desapegado, más amoroso, más humanitario, más responsable, más ético... La religión que consiga hacer eso de ti, es la mejor religión.” En la segunda parte de la respuesta encontramos varios atributos de la persona humana; el primero es, “ser más compasivo”. Esta palabra viene del latín cumpassio, que a su vez es la traducción del griego sympathia que literalmente significa “sufrir juntos”. La compasión describe el entendimiento del estado emocional de otro y se combina con un deseo de aliviar o reducir su sufrimiento. Un modelo de compasión lo encontramos en la parábola del Buen Samaritano (Lc 10, 25-37) y en las palabras de San Pablo: “Alégrense con los que están alegres y lloren con los que lloran” (Rom 12, 15). Por otra parte, en el Evangelio según San Mateo (9, 36-38), se relata que Jesús se compadeció de las multitudes que lo seguían y el salmo 111 (110) canta, en el versículo 4, que “El Señor es compasivo y misericordioso”. Por consiguiente, una característica esencial del cristiano es (¿o debería ser?) la compasión. La segunda característica propuesta por el Dalai Lama es la sensibilidad, la cual se relaciona con la anterior, puesto que se entiende como la facultad de sentir; por consiguiente, para ser compasivo, hay que ser sensible. Pero no confundamos la sensibilidad con la “sensiblería” la que casi siempre es sinónimo de cursilería, superficialidad o debilidad. Lo que queremos decir es que la sensibilidad es la capacidad que tenemos los seres humanos para percibir y comprender el estado de ánimo, el modo de ser y de actuar de las personas, tanto como la naturaleza de las circunstancias y los ambientes, para actuar correctamente en beneficio propio y de los demás. Y aquí habría que reflexionar sobre si somos insensibles con nosotros mismos. Lo somos cuando no advertimos el rumbo que le estamos dando a nuestra vida, si pensamos poco en cambiar algunos de nuestros hábitos para bien; también cuando no hacemos propósitos de mejorar personal y/o profesionalmente ocuando fácilmente nos dejamos llevar por el ambiente social disipado sin poner objeción alguna; cuando trabajamos sin orden y desmedidamente, y cuando dedicamos más tiempo a la diversión que al cultivo de las relaciones familiares o las actividades edificantes. Dejarse llevar por lo más fácil y cómodo es la muestra más clara de insensibilidad hacia uno mismo. Lo siguiente es el desapego, lo que significa liberación de los deseos desordenados de posesión. El desapego, entonces, se opone al pecado capital de avaricia. El desapego es libertador pues lo opuesto, apegarse a las cosas, esclaviza al inducir a la deslealtad, la traición deliberada, especialmente para el beneficio personal,a labúsqueda y acumulación de objetos, a la estafa y al robo. En contraposición, la enseñanza del relato del hombre rico en el Evangelio de San Lucas (18, 18-25) es que sólo desapegándose de los bienes materiales podremos entrar al Reino de Dios, y a la exhortación que nos hace San Juan en su Primera Carta (2, 15), de no amar al mundo ni a lo que hay en el mundo, es lo que nos acercará a Dios. Sin embargo, debe entenderse que ese desapego no significa que el hombre deba evitar el uso de las cosas, sino solamente que las debe usar con superioridad y fuerza de espíritu, con templanza cristiana, en lugar de dejarse esclavizar por ellos. La libertad es condición necesaria para la felicidad y el desapego de las cosas materiales es la clave para obtenerla. Continuaremos con el análisis de las ideas del Dalai Lama. Que el Señor nos bendiga y nos guarde. Antonio Lara Barragán Gómez OFS Escuela de Ingeniería Industrial Universidad Panamericana Campus Guadalajara alara@up.edu.mx Temas Religión Fe. Lee También ¿Cómo llegar en camión o tren a la Romería 2025? La gran reunión mágica Romería: Los kilómetros al ritmo de la fe ¿Qué día es la Romería 2025 en Guadalajara? Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones