CIUDAD DE MÉXICO (02/AGO/2016).- El mal aliento o halitosis es un verdadero problema para quienes lo sufren y para las personas que están a su lado. Los primeros, por un lado, se exponen a las burlas y al rechazo social, y los segundos, por muy cercanos que sean, a menudo no encuentran la manera de decirles a los otros que tienen un problema.El mal olor y sabor en la boca pueden ser síntomas de alteraciones que incluyen problemas bucales, los senos paranasales o las vías digestivas. En muchos casos la caries, la enfermedad periodontal (de las encías) y el mal aseo bucal son sus causantes. Así que comienza a combatirlo.Buen aseo. Una de las causas más comunes del mal aliento es la placa bacteriana; se acumula porque después de comer las personas no se lavan bien los dientes o no lo hacen a tiempo, idealmente antes de 20 minutos. La boca tiene bacterias y cuando alberga comida mucho tiempo se construye un ecosistema (placa calcificada) que se adhiere al cuello de los dientes; para eso es recomendable hacer varios cepillados al día. Recuerde visitar al odontólogo, al menos 2 veces al año.Estructura dental. Algunas estructuras anatómicas de los dientes favorecen la retención de alimentos; éstas ocultan comida que se descompone sin darnos cuenta. Por eso, si tu dentadura tiene estas características, utiliza hilo dental.Ojo a los condimentos. Cuidado con la cebolla, el ajo y las especias. Estos son alimentos que en su proceso de digestión liberan sustancias que permanecen por más tiempo no solo en la boca sino en el cuerpo. Si alguno de estos hace parte de su plato, procure cepillarse lo más pronto posible. No está de más usar enjuague bucal.La saliva. Hay personas con pH salival ácido y básico. El pH salival ácido se presta para tener con frecuencia caries dental, mientras que el salival básico tiende a favorecer la aparición de enfermedad periodontal. Pregunte al especialista si esta podría ser la razón de su problema.Checa tu dieta. Las personas que, por hacer algunas dietas para bajar de peso, aumentan el consumo de proteína animal podrían tener mal aliento. Estas dietas producen exceso de cuerpos cetónicos (son elementos producidos en el hígado por la degradación de los carbohidratos) y se liberan a través del aliento.Cuidado con tu estómago. Hay quienes padecen reflujo, gastritis, hernias y otros desórdenes que pueden provocar gases que salen a la cavidad oral y producen mal aliento.La diabetes. Con esta enfermedad, por desorden del páncreas, se produce un aliento como a manzana descompuesta; la característica de esta condición lo explicaría.Cuidado con las prótesis. Los aparatos de ortodoncia requieren un aseo especial para evitar que, al acumular restos de comida, sean un foco de mal aliento.Las prótesis deben dejarse en agua limpia cada noche para que estén hidratadas y, de paso, la persona descanse de su uso.