Continúa la lucha contra el VIH

GUADALAJARA, JALISCO (28/SEP/2012).- Impedir que el virus del VIH ataque a las células de la persona portadora de la enfermedad y evitar que los efectos secundarios del tratamiento no perjudiquen la salud del paciente, esa es la función del antiretroviral raltegravir, que desde hace unos cuatro años se maneja en el país y en el resto del mundo, según explicó el jefe de la Unidad de Virología Molecular del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, Luis Enrique Soto.

El especialista afirmó que lo que hace Isentress (nombre comercial), es impedir que nuevas células se infecten, pues ataca directamente al virus. Agregó que el medicamento ha llegado a revolucionar el combate contra el virus del VIH, pues durante los primeros usos que comenzó a dársele –con pacientes que ya habían recibido el tratamiento estándar, que consiste en reunir en una pastilla tres medicamentos– tuvo un resultado favorable.

“Es otro de los antiretrovirales que tenemos con una gran diferencia: es un medicamento que actúa sobre un sitio en el que ningún otro de los que utilizamos hasta este momento han actuado, ni actúan. Es un mecanismo muy interesante porque lo que hace es impedir que el material genético del virus entre en contacto con el material genético de las células del ser humano, al que está tratando de atacar. Ese es el sitio al que no llegan los otros medicamentos”.

Sin embargo, dijo que luego de un estudio en donde se aplicó el raltegravir a personas que apenas estaban en su primer tratamiento, se encontraron cuatro ventajas: disminuye con mayor éxito la cantidad de virus en la sangre; aumenta las defensas del paciente; produce menos efectos colaterales agudos, como náuseas, vómito, diarrea, dolor de cabeza, mareo y sueños anormales; y, a largo plazo, no eleva los triglicéridos ni el colesterol.

El tratamiento ya está siendo utilizado en portadores del virus, pues la indicación es que se debe atacar lo más pronto posible: “El problema no es empezar pronto, el problema es que no se detecta a tiempo. Un medicamento como raltegravir va a ser una gran ventaja, porque lo podrás utilizar durante 15 años sin que te produzca ningún cambio en tu cara, ningún cambio en tus grasas, sin mayor riesgo cardiovascular y sin mayor riesgo de un infarto. Ese es el tipo de medicamento que quisiera uno tener”.