Suplementos | De estación en estación Conductor de tren… y de algunos sueños Desde hace 17 años, Mario Magaña entra en su cabina y comienza un recorrido que lo lleva a cumplir una ilusión Por: EL INFORMADOR 30 de julio de 2011 - 01:46 hs Desde su pequeña cabina, Mario Magaña hace su mejor escuerzo porque todos sus pasajeros lleguen a tiempo a sus citas. E. PACHECO / GUADALAJARA, JALISCO (30/JUL/2011).- Mario Magaña se pasa la vida en un eterno ir y venir a 70 kilómetros por hora. Para algunos, su trabajo tal vez resultaría tedioso, pero para él se trata de una pasión diaria que le ha valido muchas satisfacciones. Al 10 para las 12 ya está casi listo, desde que llega al trabajo porta su uniforme impecable y lleva esa gran actitud que le permite brindar un buen servicio a todos los usuarios del Sistema de Tren Eléctrico Urbano. Sube al transporte, siempre lleva consigo las llaves que tanto lo llenan de orgullo y que lo reconocen como un miembro más del equipo de conductores del tren. Su aventura entre las interestaciones comenzó hace más de 17 años, un 24 de junio, y hasta hoy esta actividad no sólo es el sustento de Mario y su familia, además, es una gran alegría por saber que con su dedicación y optimismo, sirve a miles de pasajeros que llegan hasta las diferentes estaciones de la línea dos. Su idea de trabajar entre túneles y sin tener casi ningún contacto con la gente, surgió en una ocasión que viajó a la Ciudad de México, donde tuvo la oportunidad de abordar un transporte similar a éste que hoy maneja: el metro. “Desde que supe que habría tren eléctrico en Guadalajara, siempre quise ser conductor. Era un gran sueño que tenía”, dice complacido, pues al paso de los años ese sueño se hizo realidad. La rutina y “los amigos” Y sí, hay quienes de repente le dicen que conducir un transporte en el que se tiene poco, o nulo, contacto con la gente y donde en su mayoría hay oscuridad, es un tanto aburrido. Sin embargo, cuando Mario frena en cada estación, comienza a recorrer los rostros, algunos que incluso ya resultan familiares, pues los observa casi todos los días. Probablemente ninguno de esos individuos que esperan a que tren pare, reconoce a Mario, pero él en su cabeza comienza a crear historias y se imagina a dónde se dirigen esos personajes. Se pregunta si tal vez llevan prisa, si van a trabajar, a una cita romántica o un hospital a visitar a algún enfermo. En ese momento el orgullo vuelve a inundar todo su ser y sabe que con su trabajo ayuda –aunque sea en un pequeñísima parte– a que los demás alcancen sus objetivos. “A veces la gente, especialmente los niños, te saluda cuando pasas. Hay algunos que incluso te mandan recaditos por la ventana y en ellos te dicen cosas como ‘qué bonito trabajo’. Los pequeños suelen admirar mucho lo que uno hace ahí dentro y yo me siento muy contento cuando recibo estas muestras de cariño, porque al menos sé que hay alguien que me está tomando en cuenta”. Estar en su cabina no es bueno ni malo, pero sí lo que él eligió. Quizá, a diferencia de los conductores de camiones, Mario no recibe regaños directos de la gente y tampoco le toca tratar con personas estresadas que desde que abordan van de mal humor; sin embargo, estar allí encerrado no lo ha salvado de uno que otro gesto grosero. “Mentiría si digo que no he recibido algún mal deseo o grosería, pero han sido muy pocas, afortunadamente para mí y también para mi mamacita”, asegura y no puede evitar sonreír. En cambio, lo que sí es el pan de cada día, son aquellos golpecitos en la ventana y puerta de su cabina, casi siempre son obra de los pequeñitos que aún se sorprenden con los detalles simples y ven a Mario, a ese hombre que está encerrado en aquel reducido espacio, como todo un héroe. “A veces es tanto su gusto y saben que están tan cerquita del volante, que te tocan ilusionados en que les abras la puerta y los dejes pasar, en ocasiones hasta gritan: ‘ábreme’, pero obviamente no se puede, no funciona así”, dice el conductor que espera no decepcionar a los pequeños. Un héroe bajo tierra Su trabajo, asegura, no es complejo, pero a veces “las instalaciones y las vías te ponen en situaciones adversas”, y es ahí cuando hay que demostrar el profesionalismo, la responsabilidad y hasta la valentía. Mario asegura que pocas veces se presenta alguna avería, pero si sucede es importante actuar rápido para no interrumpir el servicio y, según la dimensión del hecho, poder atender y calmar a los usuarios. A paso de estos 17 años, Mario se ha hecho –casi– uno con el medio que conduce, lo conoce perfectamente, sabe cómo funciona, si tiene alguna falla o si es necesario evacuar los vagones. “De todo me ha pasado, pero recuerdo especialmente una ocasión en la que por una avería del tren, dejó de pasar la corriente de luz. Yo estaba en la interestación de Belisario Domínguez y San Juan de Dios, y me vi en la necesidad de desalojar el tren. Para mi fortuna, yo no sé si fue la forma en que les hablé a los pasajeros, pero ellos en una manera sumamente ordenada y civilizada se ayudaron unos a otros para llegar hasta la estación de San Juan de Dios. Yo me sentí muy orgulloso de la respuesta de todos y de haber logrado llevarlos con bien a través del recorrido a pie de más o menos 50 metros”. Historias así Mario las ha vivido en diferentes ocasiones, pero el amor por su trabajo y la satisfacción que le brinda saberse un servidor público, hace que cada día sea único y emocionante. La oscuridad de las interestaciones no es suficiente para borrar las sonrisas con las que se topa, los rostros alegres de los niños y los recaditos de admiración que los pequeñitos le hacen llegar a través de la ventana. Mario tuvo un sueño un día y justamente por eso es que todos los días llega a la Estación Juárez con una sonrisa interna que permanece durante sus ocho horas de jornada laboral. Después, cuando llega a casa, sus hijos –tanto el que se emociona porque su papá es conductor, como el que hubiera preferido tener un padre futbolista– aumentan la alegría del ir y venir de Mario. "Este trabajo es muy hermoso, a veces estresante por la inmensa responsabilidad que se tiene; pero muy satisfactor cuando se cumple con el objetivo: brindar el mejor servicio." Mario Magaña BenítezConductor del tren ligero de Guadalajara. Temas Tapatío .Tren Ligero de Guadalajara Lee También Clima en Guadalajara hoy: el pronóstico para el jueves 26 de diciembre de 2024 Empeora contaminación en ZMG: activan contingencia en Las Pintas Navidad contaminada para GDL, este es el pronóstico del clima La ZMG amanece con alta contaminación en Navidad Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones