Cómo elegir el zapato adecuado

GUADALAJARA, JALISCO (14/AGO/2014).- Muchas veces se suele pasar por alto ciertos detalles esenciales al momento de escoger el calzado de los niños. La funcionalidad no debe estar supeditada al aspecto estético, pues hay que recordar que los usuarios de estos zapatos serán los pequeños, y como tal tendrán actividades que no son las mismas que los adultos, es decir, muchos juegos, correr en el pasto, escalar árboles y muchos movimientos que pueden ser peligrosos si llevan el calzado equivocado.

Carlos Cuevas de Alba, encargado de Servicio de Ortopedia y Pediatría, Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, comenta que la edad es un factor determinante: “En edad de caminar, los niños entre más pequeños más dependen de esa seguridad en el calzado. Un niño de dos años es difícil que controle su carrera si usa huaraches, como sí lo haría un niño de siete”.

Sobre las características del calzado, el especialista afirmó: “El zapato debe de ser uno blando, que la suela tenga un piso corrugado: esto permite mayor sujeción al piso a la hora de que el niño corre, sobre todo pensando que el piso que actualmente se usa es demasiado resbaladizo”.

Carlos Cuevas, vicepresidente de la Sociedad Mexicana de Ortopedia Pediátrica (SMOP), recordó un consejo habitual que da la SMOP: “Que al comprar el zapato los padres lo puedan doblar fácilmente. Además, la parte del talón del calzado es recomendable que sea un poco dura (el contrafuerte) siempre debe ser más duro que el resto”.

No te vayas con la finta
El comercio ha influido en cómo algunos padres seleccionan los zapatos que calzarán sus hijos: “Muchos papás eligen el calzado por si tiene adentro un borde para formar arco. Eso no es bueno, el borde no formará el arco si el niño que no lo tiene, eso no es importante”. Sucede similar con algunos establecimientos que venden zapatos especiales: “En algunas tiendas se ‘recetan’ zapatos ortopédicos por personal que ni siquiera es médico. Sólo porque los venden prescriben zapatos, esto obedece al ámbito comercial y no al del tratamiento del problema. Son pocos los niños que necesitan ese tipo de zapatos, y esto sólo lo puede detectar un médico especialista. Por eso es muy recomendable que cuando los padres tengan inquietudes se revisen por médicos ortopedistas, preferentemente ortopedistas pediátricos para así evaluar a los niños de manera acertada y así saber sus necesidades especiales, en caso de tenerlas”.

Más detalles a tomar en cuenta
Pero el talón no es el único detalle al que se le tiene que prestar atención. El modo en que se abrocharán es básico: “El zapato con agujetas es mejor porque el pie tiene tres dimensiones (largo, ancho y alto), pero los zapatos sólo los elegimos por lo largo. Sin embargo, a los niños de pies delgados les quedan mal los zapatos de lo ancho y largo; pero eso lo compensan las agujetas, no con las hebillas”.

Una problemática con el calzado para los menores es que la mercadotecnia ha colocado muchos modelos que resultan impropios para el uso diario de niño que va a correr y saltar cada que pueda. “Hay zapatos de moda con cierre: es algo más ‘fashion’, y no son tan buenos, son inhábiles al usados (correr, brincar, saltar, las actividades naturales de un niño). El mercado ofrece una cantidad enorme de modelos para niñas que asemejan el calzado de la madre, y por imitación con mucha frecuencia se ven niñas usando botas de invierno, calzado que usualmente son para adultos, tacones, etcétera. Todo esto va en contra del desarrollo psicomotriz del niño y es equivalente a que un adulto juegue futbol con botas”.

En opinión de Cuevas de Alba, “el problema de calzado se da más en las niñas que en los niños. Puede que se vean bien, que sus zapatos combinen, pero por su naturaleza inquieta de jugar y esos zapatos inadecuados hay impericia motriz, y los acerca a las caídas debido a las actividades deportivas que realizan. A veces puede ser sólo una caída leve con un raspón y ya, pero también pueden ocasionar una caída grave con chipotes o incluso fracturas”.

El Dato
¿Cómo medir el calzado?
El médico dio un tip para saber cómo medir el calzado: “no es adecuado meter el dedo en el talón, ya que al pisar aumenta el ‘tamaño’ pues el arco baja, pero es una práctica muy usual. Se debe medir estando de pie, pisando y con calcetines”.

Si las caídas son muy recurrentes, o si los dedos del niño están muy rojos, es probable que se trate de un caso en el que los zapatos son los culpables.

Las medidas a tomar son el cambio en el calzado por uno más amigable como los que recomienda el médico Carlos Cuevas de Alba, o en casos en los que se vea un problema mayor o existan dudas consultar a un médico ortopedista pediátrico para que evalúe la situación.