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Chevrolet: el año del automóvil

Con cinco nuevos productos, la marca muestra que no todo son camionetas

Por: EL INFORMADOR

El día empezó con el destape de la versión convertible del Camaro 2016. ESPECIAL /

El día empezó con el destape de la versión convertible del Camaro 2016. ESPECIAL /

DETROIT, ESTADOS UNIDOS (26/JUN/2015).- Lo empezamos a ver desde enero aquí mismo en Detroit, cuando Chevrolet mostró el nuevo Volt. Luego en Nueva York, en abril, conocimos el Spark y el Malibu 2016. En mayo llegó el Camaro cupé y ahora en junio, también en “Motor City”, vimos el Camaro convertible y el Cruze 2016. Este, ya se dieron cuenta, es el año del automóvil para Chevrolet.

Para ver a todo más de cerca, General Motors de México nos invitó a Detroit donde estuvimos toda la semana hábil. Y comenzamos visitando la planta donde se produce el eléctrico Volt, pero también el actual Malibu (no el 2016), el exitoso (en EUA) Impala y el ELR, el cupé eléctrico de Cadillac. Relativamente moderna, ya que fue fundada en 1985, la fábrica nos sorprendió por la pequeña cantidad de robots, lo que implica más trabajo manual, para alegría de los sindicatos y de la economía local.

Fue en la mañana del miércoles cuando comenzaron las sorpresas. De hecho el día empezó con el destape de la versión convertible del Camaro 2016 que, en nuestra opinión, se ve espectacular. Su techo es totalmente automático, se puede abrir y cerrar con el auto en movimiento hasta una velocidad de hasta 48 km/h y cuando está abajo, se tapa completamente con una cubierta rígida, algo que los ejecutivos de la marca no olvidaron recordarnos que “los de Dearborn” – en referencia a Ford y al Mustang - no tienen.

Poco después visitamos un viejo edificio que es el centro de diseño de GM, para escuchar pláticas sobre trenes motores de vehículos, conectividad, electrificación y, obviamente, diseño. Fue un día muy productivo, que nos mostró hacia donde quiere ir la empresa y nos hizo conocer datos como el hecho de que como marca individual Chevrolet es la cuarta mayor del mundo; que 60% de sus ventas se generan fuera de Estados Unidos y que se comercializa un auto de la marca a cada siete segundos. Aprendimos que en el año 2000, los coches tenían en promedio 20 computadoras, mientras hoy tienen 75. Si hablamos de códigos programados, hace 15 años tenían un millón, contra 100 millones ahora en 2015.

En la noche, fuimos privilegiados al ver por primera vez el nuevo Chevrolet Cruze, que está mucho más moderno y será hecho en México. Pero de esto, mejor platicamos en la siguiente página.

Manos al volante

Fue hasta el penúltimo día del viaje que pudimos hacer lo que más nos gusta: conducir autos. El primer de ellos fue el nuevo Camaro. Desafortunadamente eran autos de pre-producción, habían pocas unidades y estábamos en un circuito de una isla cercana a Detroit, donde no nos permitieron manejar a mas de 40 km/h. Para cerrar la frustración, solo habían versiones de seis cilindros del Camaro. Ni modo.

Lo bueno es que con tan solo presionar el botón de arranque, pudimos escuchar un sonido tan poderoso que nos sorprendió. ¡Este V6 suena como un V8! Increíble.

El nuevo Camaro tiene interiores mejor cuidados. También se siente más sólido al volante. La posición de conducir es también mejor. La visibilidad, sin embargo, es aún menor que antes y esto de alguna manera muestra que Chevrolet le dio prioridad a la emoción sobre el lado práctico y un auto como este, se trata de emoción. Bien.

Esa emotividad continuó con un paseo por la historia. Apenas delante de nosotros en un estacionamiento enorme y libre, las siete generaciones del Corvette estaban ahí para que las viéramos y manejáramos. Y eso hicimos. Lo más destacable fue, particularmente, conducir el primer Corvette, un modelo 1954, convertible. El inmenso volante color blanco; la diminuta palanca de cambios – era automático- en el piso; la puerta que pedía mucha fuerza para cerrar y un motor que aún ruge hermoso y empuja muy fuerte. Era imposible quitar la sonrisa del rostro al mirar casi más por arriba del parabrisas que a través de él. Luego bajas, tomas la obligada foto y te despides de un auto que, lo estimaba el ingeniero que nos acompañó en el manejo, hoy vale cerca de 850 mil dólares.

Luego de vivir el pasado brincamos hacia el futuro para conducir el Spark EV. Qué gran auto. Buen aplomo, magnífica capacidad de aceleración y un nivel de silencio interior que solo encuentras en el segmento Premium. Pena que los problemas tradicionales de los eléctricos aún no fueran resueltos y en un enchufe de 110 voltios son necesarias 18 horas para cargar su batería. El alcance estimado con carga completa es de cerca de 124 kilómetros. Para los mexicanos, además, cuesta 499,900 pesos, cuando en California sale por 18 mil dólares, es decir, cerca de 245 mil pesos, gracias a un fuerte incentivo de las autoridades del estado. Una lástima que nuestro gobierno siga queriendo que nosotros paguemos un muy alto precio por no contaminar en las ciudades mexicanas.

Ni hablar. Menos mal que si no parece haber mucha esperanza con nuestras autoridades, con Chevrolet las cosas apuntan en otra dirección y esto, para los que amamos a los autos, es una gran noticia.

EL INFORMADOR / Sergio Oliveira/ Enviado

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