Champotón: tradición y leyenda que perviven

GUADALAJARA, JALISCO (13/ABR/2014).- Muy cerca de la zona litoral del Golfo de México, donde comienza la península yucateca, se encuentra Champotón, ciudad costera de Campeche donde el clima –húmedo y caluroso– y la vegetación se tornan atractivo junto a su centenaria tradición histórica. Sus edificaciones, playas y un legado cultural que da cuenta del mestizaje que torna nuestro país en un rico mosaico de costumbres y colorido.
Su nombre procede de la lengua maya y significa la fusión de dos términos, “Chakán”€(sabana)€y “Putum” (modificación de “Peten”, que significa región o comarca), de ahí que alude a la “región o comarca de la sabana”; así, aunque este nombre sufrió diversos cambios a través del tiempo no modificó sus elementos esenciales y, por otra parte, el carácter de la comunidad se expresa a través de su escudo que, creado en 1975, refleja en sus ilustraciones el triunfo de las armas indígenas sobre un yelmo abollado y una ballesta rota, que se combinan con el arroz, el maíz y las maderas preciosas que se producen, así como el río y la figura del personaje Moch-Couoh, sostén simbólico de su historia.

Una larga andanza

Champotón fue fundado por los itzaes, uno de los linajes mayas, cuando abandonaron Chichen-Itzá, alrededor del año 700 d. C., a donde regresaron casi tres siglos después. En 1194, al disolverse la Confederación de Mazapán –alianza entre las ciudades mayas–, Champotón se convirtió en la capital del cacicazgo de Chakan-Putun o “región de la sabana”.
Moch-Couoh es una figura legendaria, fue cacique del lugar y –de acuerdo con el testimonio de Bernal Díaz del Castillo– arremetió contra los españoles en su primer paso por la zona a principios del siglo XVI, obligando a su retiro tras un corto combate (por eso bautizaron el sitio como “Costabahía de la Mala Pelea”). Suerte similar corrió en 1518 Juan de Grijalva.
En 1538, al desocuparse la Villa de San Pedro de Tenosique por las hostilidades de los indígenas, Francisco de Montejo fundó la Villa de San Pedro Champotón con los vecinos de los dos pueblos, para que fuera Encomienda de la corona española; después, en 1546, se introdujo el cultivo de la caña de azúcar que, para su explotación, requería un trabajo al que los indios no estaban acostumbrados, por lo que fueron sustituidos luego por africanos que ingleses y portugueses empezaron a traer de sus colonias.
Asimismo, por su ubicación, el poblado fue víctima de la incursión de piratas y, para cuando se desarrolló la guerra de Independencia, como en otras partes de la península, en Champotón no hubo sublevación alguna y el proceso pasó por estas tierras sin violencia y subsistió la organización y división política administrativa heredada de la colonia.
Al estallar la guerra de castas, en el norte de la península, muchas familias yucatecas se establecieron en Champotón en busca de protección, pues la mecha del estallido social indígena no prendió en la región. Fue en 1852 cuando fue elevado a la categoría de villa y se constituyó como distrito de Campeche.

De interés para el visitante

Como ejemplo de la arquitectura militar del lugar, quedan restos de una pequeña fortificación del siglo XVII llamada Baluarte de San Antonio, que también se conoce como Castillo de Moch-Cohuo, una huella de las batalla libradas entre indígenas y conquistadores españoles; también, pero en cuanto a arquitectura religiosa, se halla la iglesia franciscana de Nuestra Señora de las Mercedes, del siglo XVIII, en cuyo interior se albergan algunas imágenes antiguas.
Asimismo, está la iglesia de la Candelaria, ubicada en la localidad de Hool, que data de fines del siglo XIX y principios del XX, construida con piedra labrada; lo mismo que la Iglesia de la Asunción en Seybaplaya y la de San Francisco de Asís en Sihochac.
Ahora bien, también se encuentra el Pozo del Chen Pec (que significa “pozo del perro”), pues según la leyenda, los españoles fueron guiados por un can a ese sitio para abastecerse de agua (hoy día, a un lado existe un pequeño parque); además, se puede apreciar la ex-hacienda Haltunchen, construida a principios del siglo XIX, que cuenta con una serie de edificios semidestruidos.
De igual forma, se hallan la ex-hacienda San José Carpizo, al noreste de Champotón, levantada a fines del siglo XIX e inicios del XX; a la que se suma la ex-hacienda Ulumal, al sureste de la ciudad, y el Rancho San Antonio Teop, así como la ex-hacienda Paraíso y la San Luis Carpizo (que fue albergue para esclavos).
Gracia a su cercanía con el litoral del Golfo de México, Champotón cuenta con playas como Acapulquito, Costa blanca, Payucán, Sihoplaya, El Morro, El Manglar y Rocamar; pero hay asimismo atractivos en tierra, como el río Champotón o la Aguada de Santa Cruz Rovira, un estanque con islote central y vegetación es exuberante donde abundan el pejelagarto y la mojarra, y es usada como balneario y lugar de pesca.

Fiestas, danzas y tradiciones

Dentro de las fiestas se llevan a cabo ferias que incluyen actividades como novilladas, juegos pirotécnicos, exposición de muestras artesanales, ganaderas y gastronómicas; ahora, entre los eventos religiosos se hallan peregrinaciones como la de la fiesta de la Virgen de la Candelaria, del 28 de enero al 8 de febrero, en la localidad de Hool, pero también la fiesta de la Virgen de la Dolorosa, en Semana Santa, en el pueblo de Chuina, la fiesta de San Isidro Labrador del 15 de mayo, en Seybaplaya, y la de la virgen Inmaculada de la Purísima Concepción, festejada en diciembre, en Champotón.
Otras tradiciones que pueden atraer al visitante son las artesanías del lugar, figuras de madera tallada decorada con conchas y caracoles marinos, o bien, hechas con la cascara de coco; en cuanto a la gastronomía, es rica en pescados y mariscos, pero también ofrecen deliciosos platillos típicos con carne de res y cerdo, frijol con puerco y puchero, así como dulces de pan, buñuelos con miel, cocoyol, calabaza con miel, merengues, melcocha y panetelitas.

TOMA NOTA

Para llegar

El viaje por carretera es apropiado para quienes buscan una aventura de larga duración. En carro, el trayecto es de casi 18  horas, siempre que haya buen tiempo y velocidad.

La otra opción es ir en avión. Lo más recomendable es tomar un avión Guadalajara - Campeche,  y seguir en ruta terrestre a Champotón.