GUADALAJARA, JALISCO (23/ABR/2017).- Al Sur de la Plaza Grande de Mérida, se deja ver la hermosa Casa Montejo. El capitán Francisco Montejo, El Adelantado, quien naciera en Salamanca, España, en 1479 y falleció en 1553, en Sevilla. Llegó a América en 1514, con la expedición de Pedrarias y Dávila, se estableció en Cuba y en 1518 se sumó a la expedición de Grijalba y Cortés hacía Yucatán. Al año siguiente, Cortés lo envió a España para mostrar al rey los avances de las conquistas y defenderlo de Velázquez. En Sevilla conoció a la viuda Beatriz Álvarez de Herrera (quien tenía dos hijos), se matrimonió con ella, radicaron en Frades, cerca de Salamanca, tuvieron una hija, Catalina.Para el 8 de diciembre de 1526, obtuvo de Carlos V una capitulación para conquistar Yucatán, con el título de Adelantado, Capitán General y Gobernador. Invirtió sus bienes y los de su esposa en cuatro navíos y reclutó a cerca de trecientos individuos. En 1527 zarparon de San Lucas de Barraneda, rumbo a Santo Domingo, Llegó a la aludida península en 1529, tocando Cozumel en septiembre, posteriormente fundó la primera Salamanca en Xelhá, pero encontró una sólida resistencia maya que le impidió establecerse, lográndolo en Campeche.Para 1540 organizó otra expedición, que delegó a su hijo, Francisco Montejo y León, llamado “El Mozo”, quien fundó Mérida, en honor a la hispánica, el 6 de enero de 1542, sobre T´hó “ciudad de las cinco colinas”, realizó la traza sobre el asentamiento prehispánico maya, partiendo de la Plaza Central, destinó el solar oriente, de una manzana para la iglesia, el norte para las Casas Reales, el sur para la morada de su padre, el poniente lo ocupaba un montículo llamado Bak´lu´ um chaan, donde después se edificaron las Casas Consistoriales. A los conquistadores y parientes (como cien) se les otorgó un solar comprendido por un cuarto de manzana (100 metros por lado), estimándose unas 30 manzanas.Después de observar los atractivos lienzos de Fernando García Ponce, la cuadra aledaña nos mostró una señorial casa, de admirable fachada, el portón de dos hojas de madera, anchas y altas, el marco, insólito, con fantásticas figuras, diferentes en cada uno de sus lados: aves, medallones con caras, cabezas humanas salientes en las esquinas, y dragones, y en la clave, un señor pequeño, sosteniendo la columna que sube al balcón, sencillo y de tres caras, en su base se asoman tres cabezas de niños por lado.El friso con perros galgos y mujeres desnudas entre ellos. El marco fue encuadrado por una columna redonda y estriada por costado, los capiteles con alegres rostros, la columna continua con caras de niños a la altura del friso.El balcón fue embellecido por un conquistador en relieve a cada lado, debajo de cada pie, un rostro humano con la boca abierta y sobre la cornisa, un maya con un garrote, entre los conquistadores, luce un escudo de armas, el friso superior con caras y por remate un frontón triangular con otro escudo. Del costado derecho de la puerta, admiramos cuatro esculturales ventanas, verticales, con mujeres a la izquierda y varones al otro lado, sosteniendo la cornisa y un frontón triangular con escudo.La casa fue adquirida en 1981 por BANAMEX, restaurada y luego conservada como museo. Nos adentramos por el amplio zaguán y fuimos cautivados por un patio con dos corredores, delimitados por columnas dóricas y arcos en medio punto, los corredores abren a cuatro fabulosas salas, ambientadas al último cuarto del siglo XIX y primer cuarto del siglo XX, también cuenta con tres salas de exposiciones temporales.Subimos al primer corredor, en la biblioteca apreciamos muebles estilo eduardino, un gabinete, unos libreros con tibores entre los libros, un escritorio con cortina y bustos de bronce. La estancia con catrinas sillas afrancesadas, sillones, espejos, consolas, un piano con candeleros y cuadros. La recámara, con una cama de latón, un buró, un ropero y un tocador. El comedor, con trinchadores con finas vajillas.