Viernes, 13 de Diciembre 2024
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Cacaxtla, la historia de una ciudad sobre otra

Relevantes vestigios muestran los restos de una población que creció sobre otra en el Sur de Tlaxcala

Por: EL INFORMADOR

Vista de una de las construcciones protegidas.  /

Vista de una de las construcciones protegidas. /

PUEBLA (11/DIC/2011).- Misterio, riqueza y complejidad se acuna en la zona arqueológica de Cacaxtla, ubicada en la región actual del valle poblano tlaxcalteca, Se trata de un centro ceremonial prehispánico cuya trascendencia radica en sus muestras de pintura mural que han permanecido hasta nuestros días.

Pese a extenuantes investigaciones, aún permanece oculta mucha información sobre la sociedad que ahí se desarrolló, pero se sabe que la etapa de esplendor del lugar ocurrió entre los años 700 y 900 de nuestra era, después de que Teotihuacan, la ciudad más importante del altiplano central, entrara en decadencia.

Cacaxtla fue poblada por grupos olmecas-xicalancas que llegaron desde el Sur para asentarse en esta región, que suponía una ruta estratégica para el comercio. El nombre de cacaxtla proviene del poblado náhuatl cacaxtli, que significa canasta para transportar mercancías y productos.

En el sitio se aprecia un sistema de construcción usado también en otros lugares de Mesoamérica, que consistía en levantar un edificio sobre otro anterior que quedaba oculto, de la misma manera en que quedan ocultas las capas de una cebolla.

Así se iba erigiendo edificio sobre edificio marcando diferentes etapas constructivas, de manera que las más recientes eran las que iban quedando visibles. Evidentemente, esto ocurrió en el transcurso de largos periodos de tiempo.

Gracias investigaciones y exploraciones de especialistas, estas construcciones ocultas han ido revelando patios, recintos y templos de Cacaxtla, edificaciones que responden a diferentes épocas y que representan un enorme interés artístico e histórico, en algunos puntos se han encontrado desagües para recoger y vaciar agua de las lluvias, lo que habla del grado de sofisticación social y cultural de sus habitantes.

Los Murales, riqueza gráfica


Así, en la antigua ciudad con los muros pintados se aprecia el Palacio, El patio de los altares, El Templo rojo y el llamado Templo de Venus entre sus restos. De esta manera, la superposición de estructuras arquitectónicas favoreció la conservación de los vestigios más notables de Cacaxtla: Los murales.

Es de destacar que conservando colorido, personajes y elementos simbólicos, dichas obras pictóricas han permitido la comprensión de las ideas religiosas y la ritualidad de los habitantes, además de revelar los rostros de sus protagonistas.

En ese sentido, la calidad de esas expresiones gráficas hablan de la importancia del arte en la vida de tales pobladores,  y es que el uso de color es abundante, azules, amarillos, blancos, rojos, además las figuras están frecuentemente delineadas con negro.

Diversas escenas y personajes con atributos característicos quedaron como testimonio a todo color del desarrollo comercial de Cacaxtla. Entre la cantidad de personajes retratados en estos murales, destaca, por ejemplo, un anciano comerciante, ostentosamente vestido y con tocado de jaguar que precisamente lleva un cacaxtli, o canasta colmada con mercaderías de lejanas tierras, entre ellas figuran dos vasijas con tapa y un atado de plumas de quetzal.

Una de las pinturas más importantes de este patrimonio arqueológico es el llamado Mural de la Batalla, de 22 metros de largo sobre fondo azul, muestra un par de grupos antagónicos, unos son hombres jaguar con cuchillos y lanzas, los otros, llevan tocado de plumas, son hombres ave, sin armas y con actitud de sometimiento, resultando perdedores, condenados a la muerte.

Otro de los descubrimientos identificados en la última etapa constructiva fue el patio hundido con escalinatas orientadas hacia los cuatro puntos cardinales y dos altares ubicados en el centro. En la medida en que avanza la exploración, este sitio fue revelando los misterios de sus constructores, que sin duda, ejercieron una importante influencia entre los pueblos vecinos hace más de siete siglos.

El área nuclear tiene una longitud de mil 700 metros por un ancho promedio de 800 metros. Conforman el sitio amplias y altas plataformas escalonadas, las cuales se adaptan a su eje Sur-Norte y son en número de diez, quedando una de ellas fuera del eje y colocada hacia la parte Norte del sitio.

De visita


Visitar la zona arqueológica de Cacaxtla puede resultar una experiencia que revela el rostro del pasado, una posibilidad de conocer mejor nuestra herencia cultural.

Esta zona, celosamente resguardado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), está abierta de martes a domingo de 08:00 a 19:30 horas, y la cuota por entrar es de 46 pesos.

Además de dar una vistazo a uno de los hallazgos más importantes de Mesoamérica, en los alrededores de la zona se pueden degustar platillo locales como quesadillas con flor de calabaza y epazote en tortillas azules, tlacoyos de cuitlacoche acompañados de nopales asados, gusanos de maguey fritos, escamoles sazonados en mantequilla, cebolla, ajo, chile y epazote, entre otras delicias más.

PARA SABER
Riqueza ancestral

* La zona arquelógica Cacaxtla tiene 240 objetos en exhibición de la cultura olmeca-xicalanca. Los más importantes son dos urnas policromadas con representaciones de tres personajes mitológicos, además de dos ofrendas, una de las cuales estaba dispuesta para formar un mascarón de Tláloc, dios de la lluvia.

Fuente: INAH

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