Así como te lo cuento

Cuenta una leyenda que hace muchos años los huicholes estaban cansados de las cosas que comían, ya no les gustaba nada. Mientras todos soñaban con algo que pudieran comer todos los días, un joven escuchó hablar del maíz, del que se podía preparar sopas, tortillas, chilaquiles y otras cosas; así que decidió salir en su búsqueda.

Después de caminar mucho tiempo se encontró con una hilera de hormigas, de las que había escuchado que eran quienes protegían el preciado maíz. Pero estaba tan cansado que se quedó profundamente dormido junto al camino.

Al despertar, se dio cuenta que las hormigas habían devorado toda su vestimenta, y sólo le habían dejado su arco y flecha para defenderse. El joven huichol se puso muy triste, por la fortuna de ese viaje, pero de pronto, desde un árbol, un ave le habló.

Después de regañarlo por sus lágrimas, se anunció como la madre del maíz y le indicó el camino para encontrar la preciada semilla.

El joven llegó al fin hasta la casa del maíz, donde se encontró con cinco hermosas doncellas: Mazorca Blanca, Mazorca Azul, Mazorca Amarilla, Mazorca Roja y Mazorca Negra. Y aunque todas eran encantadoras, el joven se enamoró perdidamente de Mazorca Azul, que también no podía dejar de ver al extraño.

Fue entonces cuando Mazorca Azul y el joven huichol se casaron y regresaron a la aldea de donde provenía el novio. Ahí, todo mundo los recibió con gran alegría y asombro y les destinaron una bonita casa.

Poco tiempo después, como por arte de magia, cientos de espigas salieron de las ventanas y puertas de la casa de los jóvenes, todos se preguntaban qué era aquello tan extraño que surgía de ahí.

    "Es maíz", decía mazorca azul desde dentro, y la gente se acercó a tomar este fruto para conocerlo.

    Fue así como el sueño del joven y del resto de los pobladores se cumplió.

    Fuente: www.redescolar.ilce.edu.mx

Colaboradores Pingo

- Melissa Nungaray

- Iván Gonzálo Velasco Aguilar