Armonía en tu piel: No dormir bien, envejece y engorda

GUADALAJARA, JALISCO (19/JUN/2015).- El insomnio, dormir poco y el dormir mal de manera frecuente tiene serias repercusiones en la salud física y neurológica. Además de  afectar en la estética del cuerpo.

El organismo requiere dormir bien para poder reparar todas las células del cuerpo del daño cotidiano, sobre todo, el generado por el estrés.

El sueño requerido debe ser profundo, de buena calidad y cantidad, por lo menos de seis a ocho horas diarias de manera continua, sin interrupciones.

Un ciclo natural para el sueño se puede lograr con el aprendizaje de lo importante que es agendar de manera personal tiempo para dormir. Así como que los horarios para iniciar el sueño y despertarse sean constantes, a las mismas horas, tanto entre semana como los fines de semana. Para de esta manera, lograr que dormir bien sea el mejor aliado para la salud y la belleza.

Las causas más frecuentes de dormir mal para la gran mayoría de las personas son consecuencia del estrés acumulado, problemas de salud, menopausia, tabaquismo, consumo de alcohol, consumo de sustancias estimulantes como la cafeína, equipos electromagnéticos cerca de la cama, comidas copiosas y condimentadas antes ir a dormir, el ambiente de la recámara, la cama y almohadas no adecuadas para un buen descanso así como el estilo de vida de cada persona.

El mecanismo por lo cual se engorda y se envejece cuando se tiene alteraciones del sueño son consecuencia de múltiples cambios registrados en la actividad normal del cerebro llamadas alteraciones neuroendocrinas.

Tienen aumento del apetito, en especial por comer carbohidratos y les cuesta trabajo saciarse, repercutiendo esto en alteración del ritmo natural del metabolismo y de la producción de hormonas, con la consecuente ganancia de peso y un mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2, porque las células grasas no responden eficientemente a la insulina; afectándose todo el metabolismo del azúcar con daños de la microcirculación y del sistema inmunológico.

La piel pierde su capacidad de repararse, aparecen ojeras y signos de envejecimiento prematuro como arrugas, piel opaca, flácida y sin brillo.

El cerebro también registra signos y síntomas de envejecimiento prematuro como la disminución de su volumen y su desempeño cognitivo con un riesgo mayor de tener enfermedad de Alzheimer, trastornos de la memoria, ansiedad, irritabilidad, nerviosismo, dificultad para concentrarse, depresión y cansancio.

En conclusión, el tener insomnio crónico o  malos hábitos para dormir bien pueden ser una causa importante de acelerar el envejecimiento de la piel, cerebro y todos los órganos internos. Además de favorecer el sobrepeso y la obesidad.

Es muy importante darle una atención médica oportuna atendiendo las causas y no automedicarse con productos que pueden ser perjudiciales para la salud en general.