Suplementos | Por: José Luis Cuéllar de Dios Aprender de ellos Tomar partido y actuar Por: EL INFORMADOR 11 de febrero de 2011 - 02:05 hs GUADALAJARA, JALISCO (11/FEB/2011).- Difícil entender el porqué de la histórica indiferencia que las iglesias han mostrado, incluyendo la católica, hacia las personas con discapacidad intelectual: Down, autismo, parálisis cerebral, retardo mental y otras más. Épocas hubieron en las que la confinación de estas personas en condiciones inhumanas fue la “solución” para su atención. Pasando por considerarlos enviados “del mal”, hasta ejemplos de la “Ira de Dios”, este colectivo ha soportado paciente y calladamente todo tipo de afrentas y discriminaciones, incluso la terrible disposición del código Romano que permitía asesinarlos sin ningún miramiento. Los tiempos han cambiado, los avances de la ciencia, la tecnología y los derechos humanos, nos permiten cotidianamente aprender de estos seres cuya misteriosa naturaleza esta llena de virtudes en constante ejercicio. Es tiempo de que las iglesias, en especial la nuestra, la católica, adquiera un compromiso serio y constante de atención hacia este colectivo. Atender a personas en extremo vulnerables como lo son los seres humanos con discapacidad requiere de una tarea congruente con el mensaje de caridad que durante 2011 años ha pregonado y ejercido, además de su histórica capacidad de conciliación, la Iglesia católica. El reto es enorme y sacrificial, no sólo es necesario privilegiar la caridad sobre respetables normas o injustificados desconocimientos, sino tener presente que lo que es digno de hacerse, es digno que se haga bien, a la caridad hay que sumarle la pericia en el conocimiento correspondiente. De una histórica omisión y su reivindicación pueden generarse caminos de santidad. Buen principio sería descubrir en ellos la belleza, verdad, el misterio y profundidad de su inescrutable mensaje divino. La sabiduría de la Iglesia ha comprobado que del dolor brota el amor; rodearlos de amor y atención es dar por buena su vida, además, todo será poco para quienes tanto necesitan. Muchos tabúes serán derrumbados en el momento que miembros de la Iglesia, preparados en el conocimiento de la discapacidad promuevan ante los fieles el sentimiento de inclusión, amor, paciencia y comprensión hacia las personas con discapacidad intelectual. Si bien hay que reconocer que desde hace tiempo algunas parroquias -las menos- hacen una extraordinaria labor en beneficio de este colectivo, también es cierto que muchos miembros activos de la Iglesia carecen de la más elemental preparación en el tema, iniciando por el manejo de una semántica adecuada. A las personas con D. I. hay que llenarlas del amor que Cristo enseñoó con dichos y hechos, para que todas sus penas merezcan la pena. La indiferencia hasta ahora manifestada resulta perturbadora, por decir lo menos. Un movimiento permanente y sincero a favor de este colectivo, nacido desde “los púlpitos” de la Iglesia será una iniciativa animada por el anhelo cristiano del amor al prójimo. No se puede pedir que estas vulnerables personas sigan resignados a resignarse. Esperemos que pronto la Iglesia católica sea inspirada por la fe, tolerancia y humildad de las personas con discapacidad. Un buen inicio será convertir la omisión en examen y reflexión, lo que permitirá admirar la plétora de virtudes que a diario despliegan. En otras palabras, que la atención, el cuidado y el amor hacia ellos se convierta en un gozoso deber. Con la intervención decidida de la Iglesia el colectivo de la discapacidad adquirirá una enorme visibilidad. Amén de los amenes. Temas Calor de hogar Aprender de ellos Lee También Esta mezcla de hojas de laurel y bicarbonato te ayuda a limpiar mejor tus trastes Tips para dejar de manchar la ropa con residuos de jabón al lavarla ¡Adiós, chinches! Elimina las plagas fácilmente con este remedio casero De este color debe ir tu árbol de Navidad para mejorar la salud mental Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones