Una vez más el Escudo Urbano C5 sirvió de poco para detener a los asesinos del subdirector Operativo de la Policía de Zapopan, Carlos Manuel Flores Amezcua, ocurrido antier. El mando fue ejecutado frente a una cámara de videovigilancia ubicada en el cruce Patria y Beethoven, en la colonia La Estancia. En su huida, los criminales robaron una camioneta y la dejaron en Ciudad del Sol. En Patria, en sus cruces con San Luis Gonzaga y Guadalupe, también hay cámaras. Sin embargo, aún no hay detenidos por el crimen. No es la única vez que los aparatos han fallado para apoyar en la aprehensión de delincuentes. Tampoco sirvieron cuando plagiaron a ocho trabajadores de un call center (cuyos restos fueron hallados en un barranco) ni para dar con los que privaron de su libertad a la alcaldesa de Cotija, Michoacán. Ambos hechos ocurrieron en zonas cercanas a Patria. El pasado 1 de noviembre, durante la presentación de su Quinto Informe, el gobernador de Jalisco aseguró que su administración ha invertido 779 millones de pesos en el Escudo Urbano C5 para “reconstruir un sistema obsoleto que seguramente había sido un negocio jugoso, pues parecía que había sido diseñado para que no sirviera”. David Saucedo, analista en materia de seguridad, indicó que las autoridades tienen que descartar que este tipo de casos tengan que ver con el involucramiento del crimen organizado en el sistema de videovigilancia.Cuatro personas, dos hombres y dos mujeres, conformados en parejas, fueron quienes asesinaron al subdirector operativo de la Policía de Zapopan, Carlos Manuel Flores Amezcua. De acuerdo con personas trabajadoras de la plaza en la que fue asesinado, las dos parejas habían llegado minutos atrás a la cafetería ubicada en el cruce de la avenida Patria y Beethoven, y como cualquier cliente, pidieron sus bebidas y luego se sentaron en las mesas de la terraza. “Quién se iba a imaginar que iban a matar a alguien”, dijo uno de los presentes. “Cuando escuchamos los balazos nos escondimos en la cocina. Nunca había yo escuchado un ruido tan feo como el que se oyó, ya cuando dejamos de escuchar fue cuando ya salimos y vimos todo. Lo primero que me pasó por la cabeza fue que gracias a Dios estábamos vivos, nada más. Salir y ver a alguien muerto fue lo más feo que puede haber, claro que estamos nerviosos porque si se atrevieron esas personas a hacer eso ¿qué podríamos esperar como trabajadores?”, explicó un colaborador del lugar que se encontraba en su jornada laboral.Añadió el testigo que nunca antes había visto a Flores Amezcua en el sitio, por lo que es probable que no lo frecuentara y que sólo hubiera acudido porque se encontraba en la zona o porque tenía alguna cita. El oficial se hallaba vestido de civil cuando visitó el comercio donde fue asesinado.De acuerdo con David Saucedo, especialista en materia de seguridad pública, la forma de operar de los delincuentes, donde incluso compran las bebidas y utilizan una computadora que después abandonan, expone que se tenía todo perfectamente premeditado en espera de poder atacar, incluso si el policía no era cliente del establecimiento, y se hubiera tratado de una trampa para citarlo en este espacio por cualquier motivo. Incluso, dijo, se observa cómo el policía antes de ingresar “se pone en alerta” al voltear a ver la mesa donde se encuentra una de las parejas (la que viste de negro), debido a que, probablemente, identificó características como el tipo y color de ropa que llevaba, o el aspecto, complexión y estatura del sujeto, que comúnmente se observa en los integrantes de los grupos criminales. Sin embargo, dijo, pese a todo ello, bajó la guardia “al ver que la pareja estaba relajada platicando, le restó importancia”, y fue ahí cuando lo atacaron.El asesinato de Carlos Manuel Flores Amezcua se convirtió en el número 20 en lo que va de este 2023, sin considerar los asesinatos o atentados de expolicías u oficiales. Como él, al menos 116 elementos han sido asesinados en lo que va de la actual administración estatal, que inició en diciembre de 2018. David Saucedo, especialista y analista nacional en materia de seguridad pública, explicó que, tal como se compartió en las imágenes, los cuatro criminales tenían muy bien planeado el operativo aprovechándose precisamente de eso, de que el oficial tenía la guardia baja, sin contar que los homicidas le dispararon por la espalda; refirió que es común que tomen a la víctima ocupada para poder atacar.Carlos Manuel Flores Amezcua, subdirector operativo de la Policía de Zapopan, tenía 27 años trabajando en la corporación municipal. Para rendirle honores, sus compañeros llevaron a cabo un homenaje póstumo, en el cual también estuvieron presentes sus familiares y personas allegadas al oficial. Su cuerpo llegó en la madrugada a la funeraria ubicada en el cruce de Angulo y López Mateos, en Guadalajara; ahí fue velado hasta las 12 del mediodía de ayer. Después salió escoltado por sus compañeros del personal del Escuadrón de Rescate y Operaciones Especiales (EROE) hacia el helipuerto de la Comisaría de Zapopan, donde se llevaría a cabo el homenaje de cuerpo presente privado a petición de los familiares.Hacia las 13:00 horas se llevó a cabo dicha ceremonia, preparada por los elementos de la corporación y de EROE, incluyendo a la banda de guerra de la comisaría, donde se le recordó como un valioso elemento de la Policía zapopana, siempre comprometido con su labor, y al que también asistieron funcionarios y autoridades del Gobierno del Estado.Aproximadamente a las 14:00 horas, el cuerpo de Carlos Manuel Flores Amezcua salió del edificio de la corporación para emprender un recorrido por calles y avenidas de Zapopan, acompañado nuevamente por sus compañeros de la comisaría.Al salir de la ceremonia institucional, autoridades estatales se limitaron en referir que la Fiscalía Estatal continúa investigando el hecho, aunque por el momento no hay ningún detenido o mayores avances que puedan ser expuestos a la opinión pública.A las 15:00 horas se tenía preparada una misa en el templo de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, ubicado en el cruce de las avenidas La Cima y Jarales, en la colonia La Cima, en Zapopan, para partir de ahí, acompañado de decenas de arreglos florales y coronas dispuestos en patrullas de la comisaría, con rumbo al cementerio Recinto de la Paz, ubicado en Aviación y Santa Margarita, en la colonia San Juan de Ocotán. VOZ DEL EXPERTODavid Saucedo, Analista en tema de seguridadDos mujeres participaron en el asesinato del subdirector operativo de la Policía de Zapopan el pasado lunes, a la par de ellas, dos hombres, quienes en conjunto lo esperaban en mesas separadas haciéndose pasar por clientes de la cafetería a la cual acudió el mando policial. En imágenes se aprecia la precisión que tuvieron ambas mujeres para acertar contra el subdirector, tiros que, en conjunto con los sujetos, abonaron para quitarle la vida al agente. De acuerdo con David Saucedo, especialista y analista nacional sobre seguridad pública, las mujeres han ido escalando poco a poco en la “pirámide” laboral del crimen organizado, llegando a puestos como líderes de plaza e incluso sicarias. “Con el tiempo, la incorporación de mujeres en actividades criminales ha ido creciendo. Al principio ocupaban posiciones en la base de la pirámide del narcotráfico, sobre todo, en el narcomenudeo o como halconas. Pero han ido escalando posiciones, normalmente solo en la élite del narco había hombres, pero digamos que la paridad sustantiva se da no sólo en el tema político o laboral, sino también en la actividad delincuencial, donde ya se vio que las mujeres les son funcionales y sirven para los objetivos de los grupos criminales, que pueden ser eficaces y contundentes, como se puede apreciar en este caso”, dijo. Añadió, si bien las investigaciones deberán de esclarecer el caso, llama la atención que el Cártel Nueva Generación se haya atribuido el ataque según mensajes difundidos a través de redes sociales y plataformas de mensajería, por lo que se convierten en acciones difíciles de corroborar.“Jalisco se encuentra entre los cinco Estados de mayor violencia homicida en el país. El Cártel Nueva Generación tiene una presencia importante en esta región y el cartel Nueva Plaza también, ante este panorama no hay duda de que un cartel asesinó al comandante.
